sábado, 24 de diciembre de 2022

Apuntes sobre la Guerra de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica (parte 4).

 

Edificio del Parlamento, en Londres, 1852. Por Edmund Walker.

Continuaron los vaivenes en la política británica, mientras el rey Jorge III se esforzaba por aumentar su influencia en el Parlamento. En un muy corto período, habían estado al frente del gobierno, cuatro diferentes ministros, con la particularidad de que el último de ellos, el duque de Grafton, resultó ser el menos idóneo para el cargo. Y como parece ser un axioma en la alta política, pretender cubrir un error, con otro error, siempre acarrea consecuencias catastróficas.

domingo, 11 de diciembre de 2022

Leyendas del mundo. Chile. El diablo y el puente de Calicanto.

 

Puente de Cal y Canto. Santiago de Chile, 1860.
Foto: Emilio Garreaud y Pedro Adams.
Fuente: http://www.enredarte.com


A pesar del enorme poder que se le atribuye al Diablo, y su maléfico influjo sobre los hombres, en el folclore de nuestros países, abundan las historias en las que el ingenio humano logra burlarlo, llegando incluso a dejarlo en ridículo. Podemos recordar en una leyenda venezolana, que el coplero Florentino puso en serios aprietos al siniestro personaje, como una pequeña muestra de ello. 

En Santiago de Chile, cercano al centro de la ciudad, cruzando las aguas del maltratado río Mapocho, se encuentra el puente de Calicanto. Este fue objeto de numerosos relatos y leyendas, desde su construcción, en los ya lejanos días de la colonia. Según algunas de esas historias, el propio Satanás metió sus manos en el levantamiento de la estructura. Veamos lo que se cuenta al respecto, que aparece en el estupendo libro, Criaturas Fabulosas Chilenas, del escritor Miguel Moreno Duhamel, de Marciano Ediciones, Santiago de Chile, 2022. 

…El Diablo chileno es un personaje dual. Un personaje terrorífico enseñoreándose en los aquelarres o entrando en el cuerpo de los desdichados espirituados. Por otro lado, puede ser un completo pánfilo, víctima del ladino ingenio humano. ¿Cuántas capillas en la America hispana y en Europa se le atribuyen a este Diablo constructor que a la postre es engañado? ¿Cuántos puentes? Se repiten las historias de que, a cambio de construir uno, se puede llevar el alma del primero que lo cruce el día de la inauguración y el hábil ingeniero debe contentarse con un gato o un pollo que es lanzado al frente de la procesión en la pasarela. En Santiago existe la leyenda del Corregidor Zañartu que, a mediados del 1700, concluyó la construcción del puente de Cal y Canto después de ganarle una apuesta al Diablo. En el libro de Julio Vicuña Cifuentes aparece una exquisita variante de este cuento proveniente de la región de Matancilla. 

 <<Estaba el diablo afanosamente trabajando en la construcción del puente del Corregidor, ya que habían apostado a que no era capaz de levantarlo con sus propias manos en el lapso de una noche, si lo lograba sería dueño de su alma, pero si no, el diablo dejaría en pie lo construido y libre de todo compromiso a Zañartu. Mientras laburaba se oyó el canto de un gallo. 

—¿Quién cantó? —preguntó el cacho ‘e cabra. 

—El gallo colorado — le dijeron.

—Entonces no hay cuidado. —Y continuó su faena.

Luego se escuchó el canto de otro a lo lejos. 

—¿Quién cantó?

—El gallo castellano.

—Entonces a apurar las manos. 

Pero el tercero no se tardó en escuchar y vieron palidecer al diablo muy contrariado. 

—¿Quién cantó?

—El gallo negro. 

—Entonces el diablo al infierno. 

Y se esfumó profiriendo gritos de ira por un nuevo fracaso>>.

Se cuenta que al diablo le faltó construir un metro del famoso puente, el que fue construido por los trabajadores del Corregidor. Esa es la leyenda. Pero la historia dice otra cosa. Luis Manuel de Zañartu pudo terminar la construcción que lo tenía obsesionado después de 10 años de trabajos forzados donde obligaba a los convictos de Santiago, a punta de latigazos y rebenques, que las hicieran de obreros esclavos. La gente humilde le tenía tanto miedo a Zañartu que le apodaron “el diablo”.

Hasta aquí el relato de Miguel Moreno Duhamel…

Visto así, el oficio de diablo, aparenta ser algo cansón. Es mucho lo que debe trabajar, para llevarse el alma de un simple animalito. La mayoría de los malvados que recurren a sus inestimables servicios, como que a la vez poseen la picardía necesaria para burlarse de él, a la fatídica hora de la cobranza. Por ello, no nos extrañe, cuando pongamos nuestros pies en el Paraíso, aunque sea durante una visita guiada, como pecadores consuetudinarios que somos, que allí nos encontremos con algunos personajes de trayectoria no muy santa, cantando angelicales himnos, mientras disfrutan de la inefable felicidad eterna. 

Ah, y un consejo: desde hoy, no se les ocurra cruzar, ni ser los primeros en entrar, a ninguna obra recién construida. Pero si lo hacen, lleven consigo un escapulario bendito en Jueves Santo, o la estampa de su santo o arcángel de su devoción. En lo personal, les recomiendo a San Miguel, ese no falla… ¡Amén!










Lecturas adicionales.

El Diablo. 
Pactos diabólicos. 
Otros nombres de el Diablo. 
Leyendas sobre el Diablo.
El Diablo en el folclore. 
El Arcángel Miguel, su poder.
Oración a San Miguel Arcángel.
Florentino y el Diablo. 
El puente de Cal y Canto en Santiago de Chile.

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Apuntes sobre la guerra de independencia de los Estados Unidos de Norteamérica (parte 3). Una victoria engañosa.

 

Procesión del Señor Alcalde en el Támesis, por el Canaletto, 1747 (Detalle).
Fuente: Centro de Arte Británico de Yale. New Haven, Conn, EEUU.

El lapso entre la promulgación y la entrada en vigencia de la Ley de Timbres, solo sirvió para incubar el descontento en las colonias. Para mayo de 1765, era el tema del día, no había reunión en la que no se hablara de ello. Por entonces, en la Cámara de Burgesses de Virginia se debatía acerca del derecho a participar en la toma de decisiones, a ser escuchados en el Parlamento Inglés, a la hora de la elaboración de las leyes que afectaran los ciudadanos americanos. Viéndolo bien, no era mucho lo que pedían. 

lunes, 31 de octubre de 2022

Apuntes sobre la Guerra de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica (parte 2). Jorge III y las leyes coercitivas.

 

Londres y el Támesis, desde Richmond House. Por Canaletto, 1747.
Fuente: Web Gallery of Art.

El 25 de octubre de 1760, moría en Londres, el viejo rey Jorge II. Tanto él, como su predecesor, habían nacido fuera de la Gran Bretaña. Su origen foráneo y sus obligaciones como príncipes Electores en Hannover, con frecuencia apartaban su atención, de los asuntos cotidianos de la vida inglesa. De hecho, ellos apenas si hablaban el idioma de Shakespeare. Por haber fallecido su hijo mayor, nueve años antes, la sucesión recayó en su joven nieto, quien ascendió al trono, con el nombre de Jorge III. 

Al contrario que los anteriores reyes de la Casa de Hannover, el nuevo monarca, sí era nacido en Inglaterra, y se expresaba en inglés preferiblemente. Su mayor apego por su tierra natal, le llevó a enfrentar situaciones propias de la monarquía parlamentaria británica, que a sus antecesores, no pareció importarles demasiado. 

viernes, 30 de septiembre de 2022

Apuntes sobre la Guerra de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica (parte 1).

Finca Derby, en Massachussetts. Por Ezequiel Hersey, ca. 1800.
Fuente: Historic New England por M.F. Corne. {{PD-US}}

El proceso que condujo a la emancipación de las colonias que dieron origen a los Estados Unidos, empezó como un conflicto local, entre los colonos de Nueva Inglaterra, sobre todo de Massachussetts, y el gobierno inglés. El manejo inadecuado de la crisis naciente, por parte de la metrópoli, marcó el rumbo a los acontecimientos que vinieron a continuación. Nunca parecieron comprender el significado de lo que allí se estaba gestando. Aquello fue escalando en intensidad, hasta conducir a la declaración de independencia, de las trece colonias del este y a la cruenta guerra que sobrevino a continuación.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Leyendas del mundo. India. Tres leyendas.

 

La fortaleza de Bhangarh. 


El fuerte y el palacio real de Bhangarh. Foto: Chainwit, 2022.
Lic. CC BY-SA 4.0

La India abunda en lugares misteriosos. Tal vez el más conocido de ellos, sea el fuerte que se levanta en la ciudad abandonada de Bhangarh, ubicada en el estado de Rajastán, junto al Parque Nacional y Reserva de tigres de Sariska. Su mala fama es tal, que allí está expresamente prohibida la presencia de visitantes, entre el atardecer y el amanecer. Muchos creen que allí existe una especie de portal, hacia la morada de los espíritus. En las noches, se oyen llantos y gritos. Voces que llaman a los que pasan cerca, y extraños olores que impregnan el aire. Luces y siluetas fantasmales, música... Todo como para crispar los nervios del más osado. También aseguran que nadie que pase la noche dentro de sus muros, saldrá con vida para contarlo. Conozcamos algo sobre su historia y su leyenda.

lunes, 18 de julio de 2022

Leyendas del mundo. India. Ram Sethu, el Puente de Rama (parte 2).

 

El Puente de Rama.


El estrecho de Palk y el Ram Sethu (o puente de Adán).
Se muestra a la India (parte superior) y a Sri Lanka (parte inferior).
Fotografiado desde el transbordador espacial Endeavour, en 1994.
Fuente: NASA.


El estrecho de Palk, separa el territorio de la India, de la isla de Sri Lanka. Sin embargo, existen numerosas referencias, desde tiempos muy antiguos, de un puente que permitía atravesarlo caminando, desde Ramesvaram, en la isla Pamban, en la India, hasta la isla Mannar, perteneciente a Sri Lanka.  

domingo, 10 de julio de 2022

Leyendas del mundo. India. Ram Sethu (El puente de Adán).

 

El Taj Mahal. Foto por Maajid photos, 2019.
Fuente: www.pexels.com



La India es un país que sorprende, desde todo punto de vista. Y no solo es por su gran extensión territorial, o por el número de sus habitantes (es el segundo país más poblado del planeta), sino por sus notables contrastes. Allí, mientras unas zonas prácticamente se mueren de sed, otras padecen de inundaciones. Regiones muy frías y en otras, calores sofocantes. 

domingo, 22 de mayo de 2022

Leyendas del mundo. Irlanda. Historias de brujas y hadas.

 

Castillo de Carrigogunnel, Irlanda. Grabado por H. Griffiths, 1842.
Fuente: The scenery and antiquities of Ireland, por William Henry Bartlett.


La Roca de la flama. Por Thomas Crofton Croker. 

Traducción por Daniel Delgado Pereira. 


Unas pocas millas al oeste de Limerick, se alza el que una vez fuera el formidable castillo de Carrigogunnel. Su torre rota y los desmoronados arcos de su entrada, permanecen como una evidencia triste de los ataques que soportó la ciudad. Sin embargo el tiempo, que todo lo cura, ha borrado el efecto doloroso, que la contemplación de las huellas frescas de la violencia produce en la mente. La hiedra trepa por doquier, por las ruinas de la torre, ocultando sus heridas, sosteniéndola con un fuerte entramado de tallos. Los arcos han sido nuevamente unidos por el ramaje de los arbustos espinosos, que crecen entre los grandes agujeros. Y los destrozados muros y contrafuertes, están decorados por flores silvestres, que alegremente brotan de entre sus grietas y roturas. 

domingo, 24 de abril de 2022

Leyendas del mundo. Irlanda. La leyenda de Knockfierna.

 

Palacio en ruinas, Irlanda. Foto por Aaron Logan.
Lic. Creative Commons Attribution-Share Alike 1.0 Gen.

Como ya dijimos, la riqueza del folclore irlandés es prácticamente inagotable. Vamos a conocer algunos de sus cuentos y leyendas, que nos transportarán a un mundo mágico, a veces aterrador, pero no exento de situaciones jocosas. Son relatos llenos de aparente sencillez, como podrían ser las historias familiares, transmitidas de padres a hijos, pero que también pueden encerrar algún tipo de moraleja. Vengan con nosotros, a abrir esa puerta, para dejarnos envolver por su fantasía.

 

Por Francis J. Healy, 1912. 

La Leyenda de Knockfierna. Thomas Crofton Croker, 1906. Traducción por Daniel Delgado Pereira.

Es cosa muy buena, el no temer a las hadas, en modo alguno. Eso disminuye su poder sobre las personas, no hay duda. Pero desentenderse demasiado, o simplemente no creer en ellas, es la mayor tontería que un hombre, mujer o niño, pueden hacer. 

Se ha dicho que los buenos modales no son una carga y que la urbanidad no cuesta nada; cualquiera sea su modo de pensar, esto es algo que jamás podría perjudicar a nadie. Pero existe gente con la insensatez necesaria, para ignorar el comportamiento civilizado. En medio de alguna de sus trastadas, siempre pueden perder el control, para luego cargar con las consecuencias. Tarde o temprano, ellos llegarán a entender su error, como oirán acerca de Carroll O'Daly, un robusto joven de Connaught, a quien en su propia tierra solían apodar como "El Diablo Daly".

Carroll O'Daly solía ir sin rumbo, de un lugar a otro, ningún temor le detenía. Él cruzaría por un cementerio o un lugar encantado, a cualquier hora de la noche, sin persignarse; a la vez, tampoco era capaz de entrar en una casa, articulando alguna frase amable. 


Kilmallock. Castillo del rey Juan, desde el río Shanon, a la hora del crepúsculo.
Foto por Shanerdow, 2015. Lic Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 Intnl.


Por casualidad, en una ocasión, él viajaba por el condado de Limerick, hacia el "Balbec de Irlanda", es decir, el venerable pueblo de Kilmallock. Justo al pie de Knockfierna, la colina de las hadas, pasó junto a un hombre, de apariencia respetable, quien iba al trote, sobre un pequeño caballo blanco. Ya caía la noche y cabalgaron juntos por algún tiempo. Aparte del saludo, no hubo mucha conversación entre ellos. Por fin, Carrol O'Daly le preguntó a su compañero, que tan lejos se dirigía.

"No tan lejos como usted", respondió el granjero, según lo que su aspecto delataba. "Solo llego hasta la cima de esta colina."

"¿Y qué podría llevarlo allí... a esta hora de la noche?", inquirió O'Daly.

Con cierta duda, el hombre respondió: "Porque, entonces... si usted quiere saber, ¡allí está la gente buena!"

"Las hadas, quiere usted decir", intervino O'Daly. 

"¡Calla!, ¡calla!", ripostó su compañero de camino. "O podrías arrepentirte". Mientras desviaba a su cabalgadura hacia un pequeño sendero que subía por un lado de la colina, le deseó a Carroll buenas noches y un viaje seguro. 

"Ese amigo...", pensó el joven, "no parece muy bueno en esta noche bendita, y yo no tendría miedo de jurar en vano sobre mi Biblia, que hay algo más acerca de las hadas, o la gente buena, como él las llama, que le trae a esta montaña y a esta hora. "¡Las hadas!, repitió. "¿Es para un hombre ya crecido como él, andar tras esas pequeñas avecillas, como son las hadas?" Cómo estar seguro, si hay quien dice que ellas existen, mientras otros dicen que no; hay algo que sí se, y es que nunca temería a una docena de ellas, ni aunque fueran dos docenas, si no son más grandes de lo que he oído decir."


La danza de las Hadas y los duendes.
Tomado de darkemeraldtales.wordpress.com


Mientras estos pensamientos se agolpaban en su cabeza, Carroll O'Daly mantenía su mirada fija en la montaña, por detrás de la cual, la luna comenzaba a salir majestuosamente. Sobre un punto elevado, que aparecía como una silueta, delante del disco brillante, él divisó la figura de un hombre y un caballo. No le quedaba duda alguna de que se trataba del labriego de quien acababa de separarse. 


Silueta del jinete. Tomado de theverlivingones.blogspot.com


Como un relámpago, cruzó por su mente la resolución repentina de seguirlo. Tanto meditar había desatado no solo su curiosidad, sino también su arrojo, hasta niveles en verdad heroicos. Murmurando "hasta aquí, viejo amigo", bajó de su caballo. Dejándolo amarrado en un viejo espino, con mucho vigor comenzó a ascender por la colina.


Sendero en Knockfierna.
Tomado de limerick.ie/discover


Siguiendo en lo posible, por la dirección que tomaron el hombre y su animal, prosiguió su camino, orientado de vez en cuando, por su aparición parcial. Luego de casi tres horas de esfuerzo, por un camino escarpado y a veces pantanoso, llegó a un sitio verde, en la cima de la montaña. Allí vio al pony blanco, que pastaba tranquilo, en completa libertad. Aunque buscó al jinete por los alrededores, no había señales de él. 

Sin embargo, pronto descubrió que cerca del caballo, existía una apertura en la montaña, como la entrada de una mina. Recordó como, siendo un niño, había escuchado muchas historias acerca del "Poul-duve", el Agujero Negro de Knockfierna. Se decía que era la entrada al castillo de las hadas, el cual estaba dentro de la montaña. Hablaban acerca de un agrimensor, llamado Ahern, que una vez había intentado medir su profundidad con una cuerda. Acabó por precipitarse dentro de la cueva y jamás se volvió a escuchar de él. ¡Abundaban las historias similares a esa!

"Pero", pensaba Carroll O'Daly, "se trata de puros cuentos para ancianas. Ahora, que he llegado tan lejos, yo solo tocaré la puerta del castillo, a ver si las hadas se encuentran en casa".

Dicho y hecho, agarró una gran piedra, sí, mayor que sus dos manos y la arrojó con toda su fuerza hacia abajo, dentro del Agujero Negro de Knockfierna. La oía golpear y caer de roca en roca, con terrible estruendo, entonces se inclinó, para comprobar y escuchar si llegaría hasta el fondo. Cuando la piedra que él había arrojado debía haber haber finalizado su caída, en lugar de ello, subió con la misma fuerza con la cual había sido lanzada, y golpeó al joven, de lleno, en su rostro. 

Rodó abajo, de lo alto de Knockfierna, sobre sus talones, de peñasco en peñasco, mucho más rápido de lo que había subido. A la mañana siguiente, fue encontrado yaciendo junto a su caballo. Con el puente de la nariz roto, quedó desfigurado por el resto de su vida. Su cabeza estaba llena de cortaduras y moretones. Tenía ambos ojos cerrados y negros, como si Sir Donnelly se los hubiese pintado.


Un viajero. Tomado de libraryireland.com/fairylegends


Carroll O'Daly, nunca más tuvo el valor para cabalgar solo, después del anochecer, por los lugares frecuentados por las hadas, pero no habría que culparlo. Y si por acaso, a él lo tomaba la oscuridad en un descampado solitario, hacía todo lo posible por llegar a su sitio de destino. Nada de preguntas, ni desvíos a la derecha o a la izquierda, en búsqueda de la gente buena, o de quien les hiciera compañía.

Pronto cerraremos nuestro ciclo de Irlanda, con otras de sus encantadoras leyendas. Les invitamos a acompañarnos.  




miércoles, 13 de abril de 2022

Leyendas del mundo. Irlanda. La Banshee.

 

Paisaje en Glendalough, Irlanda.
Foto: Stefan Flöper, 2006. 
Lic. CC BY-SA 4.0


Ahora detendremos nuestros viajes, en una tierra muy especial, no solo por su espléndido verdor y sus paisajes encantadores, sino más aun por su gente y la riqueza de sus tradiciones y costumbres. Se trata de la isla de Irlanda, la cual forma parte del archipiélago británico. A pesar de los intensos vaivenes por los que ha atravesado a lo largo de su historia, es hoy un país próspero y atrayente, en grado sumo. 

jueves, 24 de marzo de 2022

The Greeks. Tales and mythology (part 2).

 

Constellation of Orion. Photo by Till Credner. AlltheSky,com

When we look up to the sky on a clear night, myriads of bright jewels appear (every time, this is more difficult to achieve, because of light pollution). It not only amazes and brings joy to us... the stars and planets are also telling stories! To a large extent, the Greek myths were placed on the firmament. There, they are the gods: the great Zeus; Ares, the warrior; the beautiful Aphrodite. Also are demigods, such as Herakles. Perseus, still holding Medusa's head. Orion, the hunter. Pegasus, the winged horse and the monstrous Hydra, are also up there. The princess Andromeda, among many other personages. And, of course, the pale Moon and the Sun's chariot.

Probably, the Greeks adquired their astronomical knowledge from the Phoenicians. At the same time, these had inherited it from the Mesopotamian peoples. We have to keep in mind, that both Phoenicians and Greeks were skilled navigators, and a good reading  of the sky, was always useful to sail the seas. Hence, it was not only a good field to put their deities an heroes: there was a practical utility to catalog the celestial bodies.


Orion, the hunter. By Johann Bayer.

As we already told, in the Greek mythology, was depicted the creation of the universe. They had an explanation not only to every perceptible phenomena but also touched the more subtle. Trying to find some sense to their past and the human life, they often added moral or philosophical lessons. Besides, through their stories, is clear that they were great travelers and curious observers. So they spoke about the Herakles' columns, in Gibraltar, and the myth of Mennon the Ethiopian. Or perhaps the Cyclops from Sicily, the Golden Fleece of Colchis (at the Black Sea). Even some tales from Babylon, can be found in the tragedy of Pyramus and Thisbe.

Let us immerse into some of those tales and their interesting lessons. Many of them are still valid in the present.


  
Pyrrha and Deucalion.


The Flood. Oil painting by Paul Merwart.
Borys Voznytsky Lviv National Art Gallery.

After their creation, the humans began to grow not only in number, but also in badness. The situation turned unsustainable, so Zeus decided to punish them with the great Flood. Every one would perish into the waters. Nonetheless, there was a faithfull couple, whose virtuosity stood out among all those vices and moral rotting. Their names were Pyrrha and Deucalion. On the advice of his father (Prometeus), Deucalion constructed a boat. When the land became an immense sea, they managed to keep floating for nine days and nights.


The rain stopped and the boat finally touched land on top of Mount Parnasus. As the waters retired, only death and destruction could be seen. Filled with despair, the couple discovered they were alone. The best was to consult an oracle, so they went to Delphi. The answer from the immortals, was somehow enigmatic... They must walk with the face covered, throwing back the bones of their grandmother. But Deucalion interpreted, that the grandmother was no other than the Mother Earth. And her bones should be just stones. When they did it, the stones thrown by Pyrrha became women, while the ones from Deucalion turned into men.


Deucalion and Pyrrha engraving by Virgil Solis.

This is how the world was repopulated, with a healthy race, worthy of their origin, maybe purified by suffering. The chosen spouses, also had their own descendence, giving rise to the ethnic diversity of the Greek people. 



Phaethon and the chariot of the Sun.


The Sun, over Athens.

The Greek gods were powerful and had virtues, but at the same time, showed some weaknesses and flaws. Many times, they behaved almost as mere mortals. Among their most remarkable earthly features, was the propensity to fall in love with humans... demigods were just the fruit of the Olimpians' affairs!

Phaethon, son of the god Phoebus (Apollo, the Sun), was only a kid. Once, he was arguing about his divine origin, with another youngsters. They laughed at him and even came to offend his mother. She suggested Phaeton, to talk to his father, asking his permission to ride the sun chariot for a day. This, would shut up the offenses from the other boys. He travelled to the east, to his father's dwelling. The god deeply loved Phaeton, and as he saw his sorrow, swore by the river Styx that he would grant whatever the boy wanted... But it was a really dangerous petition! Phoebus tried to discourage his son and did everything to change his mind. But the stubborn kid stayed firm, and a promise was a promise!

So everything had to get ready. The steeds were harnessed. The Aurora and her cortege, that announced the day, were waiting. Phaeton proudly got up to the chariot, held the reins and did not even care about his father words. Impetuous, not feeling the strong hand of the god, the horses began to do their own will and deviated from the right way. Getting too low, they scorched the soil of Ethiopia. Since then, it is said, that huge territories of Africa, became deserts and its people's skin turned dark forever.



The fall of Phaeton. Oil painting by Jan Van Eyck

The Earth suffered severe burns, and moaning, asked the king of the gods to finish that torment. Zeus had no other choice than slaying the boy, with one of his rays. The horses ended their journey in complete desorder. It was the sad end of Phaeton...



Arachne.


Pallas Athena.

The gods were also very jealous and could not tolerate the excessive pride in humans. Specially, if they dared to compare with any immortal. Almost always, the arrogance of men was punished, with no mercy. 

In the city of Colophon, lived a skilled artisan, whose name was Arachne. Her embroidery works, were magnificent and earned her a high prestige. From everywhere, came many people, only to see her artistic pieces. But her fame grew along with her vanity and the day came, when she had the audacity to challenge the wise Athena (who had invented that art), to test who could do better. The goddess did not hesitate for a moment, and accepted.

Both artisan, made their works. The goddess' was perfect, but Arachne's, as difficult to explain that it may seem, was superior... something truly sublime! Besides, Arachne represented the loves of Zeus theme. In other words, were his tricks to seduce the mortal women. Nothing less than the father of Athena and his love affairs, showed on that piece of cloth.



Athena and Arachne. Oil painting by Tintoretto.

The anger of the goddess, when she saw the exquisite, but blasphemous work, knew no limits. With her own hands, she tore it into pieces and went at her rival. In despair, Arachne attempted to suicide by hanging. Finally moved to compassion, Athena held and saved the woman, transforming her into a spider. This is how she has continued with her marvellous labours.



A spider and its web. Photo by Luc Viatour/www.Lucnix.be

The ancient Greeks, tried to give an imaginative explanation to almost everything around. But they did it, with a grace very hard to match. In this small window to their world, that we have opened, the fanciful detail of their tales, is notorious. Simple things, like an ordinary and maybe insignificant spider web, made them wonder, and were worthy of a story.

At the same time, they show how the gods punished the negative feelings. For example, vanity and excessive pride, for sure were not well accepted in those days.

A common but major problem, such as the unlimited parental permisiveness, already was present by then. To not know how to say "no" to our children, sometimes, might bring harsh consequences (as in the case of Phaeton). The Greeks also did not overlook that situation.


Zeus (Jupiter), Museum of Louvre.

They also gave an imaginative explanation, to the themes of the Great Deluge and the first man. But, as we already said, the sole mention of those issues in writings of several different and far off peoples, is a noteworthy detail. Maybe we will have news about it in the future. As well as the existence of a supreme being, who could judge and punish men, is another interesting coincidence between those stories.

Greek Mythology is and will always be, motive and theme in human creation. As an example, in literature and cinema, those fabulous stories are never set aside. Many of us, feel a true fascination for its personages and tales. Inside our culture, there is a great influence from the ancient Greece... fortunately for us!

In that small country, with its rough nature, and its people, who almost never knew how to get together, the Divine Spark seemed to enlighten the human spirit. A never faded light, that we should care as a precious treasure, is their legacy...  

  



sábado, 19 de febrero de 2022

The Greeks. Tales and mythology (part 1).

 

Greek bireme ship, ca. 500 bC. 
Source: Ancient and modern ships, part 1.
By Sir George Holmes. British Museum, London.


The year 1100 BC. On a showy colored sails vessel, at the distance, the crew begin to glimpse the coast of Attica. They are greek traders, coming from the Hellespont. Everything seems to run according to the schedule. But the Aegean, as the Mediterranean, are quite unpredictable seas. In only a few minutes, the rough swells and whistling rushes of wind, announce a sudden storm. Towering waves threaten to engulf the ship and everyone on board. The captain, nearly given up, begins to pray. The man offers a healthy big bull to the god of the seas, if he turns favorable, granting them his protection from the angry waters. The sailors keep struggling for an indefinite lapse, until, all of a sudden, the storm ceases and the sea turns calmed again. They arrive safe and sound...

domingo, 16 de enero de 2022

Leyendas del mundo. Rusia. La leyenda de la ciudad invisible de Kitezh (parte 2).

Kitezh y el lago Svetloyar. Tomado de meetrussia.online/es


En la segunda escena del tercer acto, de la obra de Rimsky-Korsakov, recordamos que la horda de los tártaros, había derrotado a los defensores de Kitezh la grande. Allí había perecido valerosamente el príncipe Vsélovod, el futuro esposo de Fevróniya. Luego, furiosos al no poder dar con el paradero de la ciudad, los invasores decidieron dejar atado a un árbol a Grishka Kutermá, quien supuestamente habría de conducirlos hasta ella. Decidieron divertirse un poco con él, antes de asesinarlo en la mañana siguiente. Ebrios por el vino, mientras se repartían los despojos de la batalla, los líderes de la horda, llamados Burunday y Beday, comenzaron a discutir por la posesión de la hermosa Fevróniya, quien era la pieza más preciada del botín. Aquello terminó con la muerte de Beday. Al retornar la calma, el sueño se apoderó de todos ellos. Al ver que dormían, el traidor Kutermá logró convencer a la futura princesa, de cortar sus ataduras. 


María Kuznetsova, famosa soprano rusa. 
Tuvo el papel de Fevróniya, en el estreno de la ópera de 
Rimsky-Korsakov, en 1907. En la foto, en su interpretación
de Elsa, en Lohengrín de Wagner, en 1905.


A pesar de sentirse libre, seguía atormentado por el sonido de las campanas de Kitezh. Caminó hasta la orilla del lago, y con los primeros albores del día, comenzó a ver el reflejo de la ciudad inexistente, sobre la suave ondulación de las aguas. Fue entonces cuando tomó de la mano a la muchacha y la arrastró en su demencial carrera. 

Mientras, con sus gritos, había despertado a los soñolientos guerreros tártaros. Suponiendo que se trataba del enemigo que se aproximaba, pronto estuvieron en pie de lucha. Estupefactos, comenzaron a escuchar un alegre repicar de campanas. Instintivamente, dirigieron la mirada hacia el lago y quedaron perplejos al contemplar la forma invertida de las iglesias, los palacios, las casas y jardines de Kitezh. Ante aquel sortilegio, tal vez por primera vez en sus vidas, conocieron el sentimiento del miedo. Como espantados por una fuerza invisible, levantaron el campamento, para alejarse de esos lugares embrujados, a toda prisa y para siempre. 

Muy cerca de allí, comienza el cuarto acto. En la espesura del bosque, junto a un arroyo y en la oscuridad de la noche, aparecen Fevróniya y Kutermá. Exhausta y con la ropa hecha jirones, ella se sentó a descansar. La conversación del hombre se iba tornando cada vez más incoherente, llena de malintencionados disparates. Bien sabía que sus malas acciones merecían la condena de su alma. Aun así, de nuevo se burlaba del origen modesto de quien no había hecho más que tenderle su mano bondadosa. Mientras, ella lo llamaba a la cordura y al arrepentimiento. Le pedía a Dios que trajera paz a su atormentada alma. Comenzaron a rezar juntos...

Al tiempo que ella oraba con fervor, él la seguía con marcada displicencia, utilizando un tono ciertamente burlón. Sin embargo, hubo un momento en que el borracho se detuvo de manera abrupta, con una expresión de espanto dibujada en su rostro. Descubrió que no estaban solos. Allí, junto a ellos, una entidad maligna estaba tomando forma. Era un demonio negro, con enormes alas, ojos como brasas y aliento pestilente. ¡Pero solo Kutermá podía verlo! No le fue difícil comprender que era el diablo, quien había venido por él. Reconociéndose como su servidor, comenzó a bailar, entonando obscenas canciones. Más de pronto, paralizado por el miedo, interrumpió su danza y se acercó a Fevróniya, rogándole que lo protegiera, mientras recostaba su cabeza contra su pecho. Por último, luego de dar un grito espeluznante, emprendió la carrera y desapareció entre la tupida maleza. 


Fevróniya solitaria en el bosque.
Fuente: soundtimes.ru/opera


Sorprendida por el extraño comportamiento del hombre, la joven sintió que ya no podía dar un paso más. En dulce abandono, se tendió sobre la hierba. Tarareando nanas de su infancia, se quedó dormida. Entonces, los árboles comenzaron a cubrirse con un ropaje de un inusitado color esmeralda. Grandes flores, de extraordinaria belleza, brotaban por doquier y entre las ramas, brillos nacarados llenaban de magia el apartado paraje. Al despertar, contempló el esplendor de ese jardín del edén, mientras una fresca brisa la llenaba de alegría y vivificaba su agotado ser. Todo florecía para ella y se le ocurrió que no era digna de aquello. Entonces, entre el canto de las aves, le pareció escuchar la voz de alguien, que le hablaba con bondad. Intrigada, quiso saber quién era...

Al oír su nombre, lo comprendió todo. Se trataba del Alkonost, el ave cuyo canto solo podía ser escuchado por aquellos que estaban próximos a morir. Este la consoló, diciendo que nada debía temer, como criatura de Dios que siempre fue. La joven doncella recogió flores y las trenzó en forma de corona, y tomó blancos lirios en sus manos, para, como una novia, ir en busca de su prometido. No tuvo que esperar mucho. Sobre el estanque próximo, levitando, se aproximaba hacia ella, el fantasma del príncipe heredero, su amado Vsélovod. Notó que este brillaba con luz refulgente. Sin saber si tan solo se trataba de una visión fugaz, Fevróniya se abalanzó hacia él. Con toda su alma ansiaba retenerlo, para cuidar de él y sanar sus heridas. El príncipe le contó sobre lo ocurrido en la batalla y su muerte, pero que todo eso había quedado atrás. ¡Ahora vivía y nunca más volverían a separarse!


Alkonost (izq) y Sirin (der). Por Viktor Mikhailovich V. Año 1896. Escaneado de: Victor Vasnetsov, de A. K. Lazuko.
San Petersburgo, 1990. 


Conversaban con el candor de su amor inocente, cuando de entre el ramaje, surgió otra voz misteriosa. Les urgían a partir juntos, que un banquete nupcial había sido preparado para ellos. ¡Que no tardasen más! Curiosa, quiso saber quién le hablaba... Esta vez se trataba del Sirin, una hermosa ave, cuyo canto solo era escuchado por los elegidos para el goce de la felicidad eterna. Al verla algo cansada, Vsélovod le dio a probar de una hogaza de pan, que traía consigo. Aún les quedaba un largo camino por recorrer. Teniendo un último gesto de bondad, la muchacha esparció las migajas de aquel pan de gracia, para alimentar a sus queridas avecillas silvestres. En seguida, ofreció su alma a Jesús y tomó la mano del príncipe. Como dos siluetas luminosas, sin tocar el piso, volaron por sobre el estanque y desaparecieron, mientras los mágicos trinos del Sirin y Alkonost, cantaban loores al Creador. Anunciaban las alegrías celestiales que esperaban a todo aquél cuya alma fuera pura.

Fevróniya y Kitezh. 
Fuente: rozavetrovsibir.ru


La escena segunda del cuarto acto, comienza frente a la ciudad de Kitezh. Su catedral, sus palacios y sus muros decorados con flores y con perlas, reflejan los colores del cielo. Una iridiscente luminosidad se esparce por doquier. Las míticas aves del paraíso, con rostro de mujer, Sirin y Alkonost, entonan hermosos himnos, desde lo alto del campanario. Y una muchedumbre de personas trajeadas de blanco, con flores y velas encendidas, esperan por los novios. Al llegar estos, todos se arrodillaron para dar la bienvenida a la joven princesa. Aquello era algo inusitado, para su alma sencilla. Los cánticos nupciales, la alegría a su alrededor y las flores a su paso, la hicieron comprender finalmente que se trataba de su postergada boda. 

Estando en el palacio, ante ellos apareció el príncipe Yuri II, padre del novio. Les dio la bienvenida, sonriente y amoroso, bendiciéndola, mientras calmaba las inocentes inquietudes de la joven. ¡En especial, le admiraba aquella luminosidad! Allí, el sol parecía brillar siempre, produciendo los más bellos y radiantes reflejos de luz. ¿Cómo podía ser eso posible? Él le explicó que se debía a la oración de millones de justos, que todo lo iluminaba. Que estaban en el paraíso, donde no existían ni el llanto, ni la enfermedad. También la extraordinaria blancura de las ropas, era algo que llamaba su atención. Le dijeron que ella también habría de vestir con ese color. Por su alma virtuosa y la pureza de corazón, había ganado el derecho a la felicidad eterna. 

El príncipe le tendió su mano, diciéndole que la hora de la ceremonia nupcial había llegado. Fue cuando Fevróniya se acordó del desventurado Grishka, por quien sentía gran piedad. Comprendió que difícilmente podría llegar a trasponer las puertas de ese lugar. Pero aun así, intentó hacerle llegar un mensaje de consuelo, no solo para él, sino para todo el pueblo ruso: ¡que debían mantener la fe en Dios y en la Vida Eterna! Por las noches, cuando vieran el cielo brillar, no pensaran que se trataba de la aurora del norte, sino que eran las oraciones de los justos, que ascendían al señor. Que buscaran escuchar el sonido de las campanas de Kitezh. 

Sintiéndose aliviada, ahora sí tomó la mano de Vsélovod y juntos traspusieron el umbral  de la Catedral, envueltos en un indescriptible manto de luz...


Para ampliar el tema, ver: La Leyenda de la Ciudad Invisible de Kitezh y la doncella Fevróniya, en www.kareol.es/obras/

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