The life of Lope de Aguirre. A short biography (part 2).

 

Lope de Aguirre. By Daniel Delgado, 2020.

Many things have been told about Lope de Aguirre. Once, he was sentenced to be flogged at the main square. It was a huge mistake. A man like him, would rather have been killed, than put to a public shame. For three years, he silently went after the responsible of his anger and never rested till the day he stabbed the man to death. However, the grudge seemed to stay in his heart for the rest of his life. Afterwards, he endured the hazardous fugitive way of life, until he showed up at the Cusco city, in 1552. Aguirre participated into a revolt against the Viceroy of Peru. There, he was involved in the murder of the governor, Pedro de Hinojosa. This time, he got a death sentence, but it was commuted, on one condition. He must stand with the Viceroy, against the Hernandez Giron´s rebellion. But in the middle of a combat, one of his legs resulted badly wounded. Crippled and poor, his future looked anything but promising...

Lope de Aguirre Biografía Corta (Parte II)

 Muerte del virrey Blasco Núñez de Vela.
Batalla de Iñaquito. 1554.
Fuente: Historia General de las Indias.
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De Lope de Aguirre se han contado muchas historias… Se dice que en una ocasión fue condenado a sufrir azotes en una plaza. A un hombre como él, hubiese sido mil veces mejor matarlo, que humillarlo de manera pública. Durante tres años persiguió silencioso al responsable de ese castigo y no descansó hasta hundir su daga en él. Sin embargo, es muy posible que el resentimiento se mantuvo anidado en su corazón por el resto de su vida. Luego de sobrellevar la azarosa vida de un fugitivo, apareció en la ciudad de Cusco, en 1552, participando en una rebelión contra el virrey. Entonces fue implicado en el asesinato del gobernador Pedro de Hinojosa. A raíz de ello, fue condenado a muerte, pero poco después le sería conmutada la pena, a condición de apoyar la causa del virrey, durante la revuelta de Hernández Girón. Al fragor de esos combates resultó herido gravemente en una de sus piernas. Así, le tocó encarar la madurez baldado y pobre, lleno de rencores; ¡un futuro nada prometedor, sin duda!