Paisaje en Glendalough, Irlanda. Foto: Stefan Flöper, 2006. Lic. CC BY-SA 4.0 |
El libro de Kells, verdadera joya del arte religioso medieval. Fue escrito hacia el año 800 d.C. |
Imagen de San Patricio. Vitral de la iglesia de Nuestra Señora. En Goleen, condado de Cork, Irlanda. Foto: Andreas F. Borchert, 2009. Lic. CC BY-SA 4.0 |
Isabella Augusta. Lady Gregory. Gran recopiladora del folclore irlandés. Fuente: Digital Projects. University of Pennsylvania. |
Todavía recuerdo haber visto, hace muchos años, una película basada en una de esas leyendas. En ella, un simpático anciano irlandés, llamado Darby O'Gill, de algún modo se las había ingeniado para conseguir tres deseos del rey de los duendes, cuyo nombre era Brian, y a quien mantenía cautivo. Conocedor de la ambición humana, este le advirtió, que si llegaba a pedir un cuarto deseo, de inmediato anularía los tres anteriores y al final quedaría sin nada.
Leprechaun, por Jean-Nöel Lafargue. |
El buen Darby cometió un error, cuando creyó que podría manejar a su antojo a un ser tan sabio como el rey Brian. No le concedería la libertad, mientras decidía a su conveniencia, cual habría de ser su tercer deseo. Pero ocurrió que su joven hija sufrió un grave accidente, y comenzó a ser rondada por un tenebroso ser: la Banshee. Esta, con sus gritos espeluznantes y su aterradora presencia, a fin de cuentas, llegaba para anunciar la muerte de la joven.
Movido por su amor paternal, Darby prefirió utilizar su tercer deseo para salvar la vida de su hija... pero esto solo podría ser posible, si a cambio él ofrecía la suya. De ese modo, al llegar el carruaje de la muerte, con sus negros corceles y un hombre sin cabeza por cochero, él subió, tomando el lugar de la joven. No sentía miedo, solo tristeza, por el modo en el que habían terminado las cosas.
Banshee. Por Michael1010, 2015. Lic. CC BY-SA 4.0 |
De seguro, en aquella noche, hace tanto ya, no tuvimos un dormir muy plácido que digamos, si es que al fin logramos conciliar el sueño. En cambio, hoy esas historias nos intrigan sobremanera, lo que nos impulsa a indagar más sobre ellas. Pareciera como si todos los miedos de nuestra infancia, llegaron a quedar encerrados en alguna recóndita gaveta de nuestra mente. Nunca sabremos si continúan allí, o si en algún momento, de algún modo, puedan aflorar de nuevo. Mejor dejemos esos temas para los interesantes estudios de los psiquiatras. Sigamos con las leyendas irlandesas...
Ya hacia el Siglo VIII de nuestra era, se encuentran referencias a las banshees. Su origen, tal vez se pierde entre la bruma de tiempos muy remotos. Bien podría ser anterior a la llegada del cristianismo a esas tierras, por lo que sería netamente celta. Pero también pudiera tener alguna relación con el llanto de las plañideras, cuyos dolientes gritos, llegaron a ser parte fundamental de los ritos funerarios. O quizá podrían estar asociadas a la idea de un ángel de la muerte, común a otras mitologías y creencias. Hasta podría tratarse de una mezcla de todo eso.
La banshee aparece. Por R. Prowse, 1862. Fuente: Patrimonio del condado de Wicklow. (wicklowheritage.org) |
No obstante, a pesar de su tétrico aspecto, podrían considerarse inofensivas, de no ser por las malas noticias de las que eran portadoras. Según la tradición, en principio solo las familias de alta alcurnia de Irlanda, "gozaban" del privilegio de estos fatídicos anuncios. Pero con el paso del tiempo, sus apariciones se hicieron más democráticas. De igual modo, se llegó a pensar, que este heraldo de la muerte había cruzado el Atlántico, junto con los emigrantes que se establecieron con sus familias en otros naciones.
Hubo una banshee famosa, llamada Aibinn, que solo aparecía para anunciar la muerte de los miembros de la noble familia O'Brien. Se cuenta, que ella anunció su final al Gran Rey de Irlanda, el semi legendario Brian Boru.
Brian Boru, rey de Munster. Autor desconocido, Siglo XVIII. Permiso PD-Art {{PD_US}} |
La banshee. Por Henry Meynell Rheam, ca. 1899. {{PD-US}} |
La danza de las hadas. Por August Malmström, 1866. Museo Nacional, Estocolmo, Suecia. {{PD-US}} |
Como en una fantasmal caravana, volaban libres por todas las comarcas irlandesas. En realidad, los más osados se aventuraban por esos parajes recónditos, deseando encontrarse con algún tesoro oculto. Pero la mayoría de la gente, presa del miedo, no asomaba la nariz fuera de su casa. Solo pensaban en pasar esa noche hilvanando oraciones junto a su familia, al calor de sus hogares.
Brujas, duendes y fantasmas. Por Arthur Rackham, ca. 1910 |
El repique de las campanas de las iglesias, al amanecer del día de todos los santos, hacía retornar a sus escondites, a todas esas criaturas mágicas y pavorosas.
Según se puede intuir, la terrorífica noche de Samhain, pareciera haber dado paso al conocido y alegre Halloween. De aquel ambiente tenebroso, hoy no quedan más que los disfraces y las calabazas, que más bien producen hilaridad. Niños y adultos disfrutan de una noche de juegos y travesuras. ¡Cuán lejos se encuentra de las espeluznantes veladas del Samhain! Halloween se ha ido extendiendo con rapidez por todo el mundo, como si se tratara de un carnaval. Su origen pagano es evidente, pero se encuentra asociado a la festividad de todos los santos. Pareciera una reminiscencia de aquella época, en la que la tradición celta fue gradualmente asimilada por el cristianismo.
Lecturas adicionales.
Irlanda, un país mágico.
Mitología y leyendas de Irlanda.
¿Quién fue San Patricio?
¿Existen las hadas?
Hadas del bosque.
Origen de la banshee.
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