Finca Derby, en Massachussetts. Por Ezequiel Hersey, ca. 1800. Fuente: Historic New England por M.F. Corne. {{PD-US}} |
El proceso que condujo a la emancipación de las colonias que dieron origen a los Estados Unidos, empezó como un conflicto local, entre los colonos de Nueva Inglaterra, sobre todo de Massachussetts, y el gobierno inglés. El manejo inadecuado de la crisis naciente, por parte de la metrópoli, marcó el rumbo a los acontecimientos que vinieron a continuación. Nunca parecieron comprender el significado de lo que allí se estaba gestando. Aquello fue escalando en intensidad, hasta conducir a la declaración de independencia, de las trece colonias del este y a la cruenta guerra que sobrevino a continuación.
Algunos colonos, de naturaleza algo inquieta, tuvieron la visión suficiente para ver más allá de los simples hechos aislados y se dedicaron a encender la mecha para algo mucho más complejo. En un principio, tuvieron que ir en contra de la corriente, debido al clima general de bienestar y tranquilidad, en el que se encontraban las colonias. Sin embargo, la reciente derrota de Francia, en la Guerra Franco India y su casi completa expulsión del territorio de Norteamérica, pareció marcar el punto de partida, para que salieran a relucir las grandes diferencias entre los colonos americanos y los habitantes de Inglaterra.
El general Robert Clive en el sitio de Arcot, India. Por Ernest Wallcousins, 1913. De: Pioneers in India por Sir Harry Hamilton Johnston. Fuente: https://archive.org |
Los nuevos impuestos fueron rechazados, al ser considerados injustos y discriminatorios, por lo que debieron ser acompañados por medidas coercitivas. Debido a ello, entre unos súbditos pacíficos, en su mayoría fieles a la corona, brotó el descontento, que daría pie más tarde, a una gran rebelión.
General Jeffrey Amherst. Por Joshua Reynolds, 1765. Museo de Arte Mead, Amherst College, Massachussetts, EEUU. Fuente: en.wikipedia, usuario Kevin Myers. |
Tampoco hay que pasar por alto la situación de las tribus indias, que al verse sin el apoyo de Francia, presintieron el futuro que les esperaba y decidieron luchar por sus tierras ancestrales. En una reacción justa, después de algunos altibajos, la corona se decidió por un acuerdo de paz; al fin y al cabo parecía haber espacio suficiente para todos. En octubre de 1763, por decreto del rey, se estableció la línea de los montes Apalaches, como límite occidental para las trece colonias. Eso parecía dar alguna tranquilidad a las tribus indias, por el momento...
Sin embargo, esto vino a significar una gran frustración para los habitantes de la franja comprendida entre la Costa Atlántica y la cadena montañosa. Terratenientes, pequeños agricultores, vendedores de terrenos, cazadores y tramperos, todos aspiraban a sacar provecho de las tierras arrebatadas a Francia. Además, con una población en continuo crecimiento, la falta de espacio, pronto se convertiría en un problema. El rechazo a la línea fronteriza establecida, comenzó a manifestarse. Entonces, ¿cuál había sido el objeto de la guerra, si todo iba a quedar igual que antes?
Jorge III de Gran Bretaña. Por Thomas Lawrence, 1809. Colección Real, Reino Unido. |
Pero haría falta más que eso, para poner a andar el engranaje de una revuelta general. Si el rey hubiese sabido conservar la lealtad de la influyente aristocracia colonial, en especial, de la zona de Nueva Inglaterra, las cosas quizás pudieron haber tomado otro cariz. Hasta parece posible, que a la hora de escoger, los ricos hacendados no habrían dudado en ponerse de parte de las autoridades, antes que apoyar el tumulto y el desorden de unos cuantos revoltosos. Pero a fin de cuentas, la corona hizo todo lo necesario para perder el apoyo y la simpatía de las personas de mayor influencia. De ese modo, casi a regañadientes, estos se dejaron arrastrar por la marejada revolucionaria.
Desde hacía un siglo, Inglaterra venía aplicando estrictos controles al comercio en las colonias. Con ello, se aseguraban de llevarse la mejor tajada en el intercambio comercial. Mientras, se beneficiaban los grandes inversionistas británicos. Pero a raíz de la guerra Franco India, los ciudadanos americanos cobraron mayor conciencia de lo injusto de esa situación y cada vez más, comenzaron a actuar en defensa de sus intereses. El contrabando y el comercio ilegal con otras regiones y países, se convirtieron en una práctica común. Burlar los derechos y los impuestos aduanales, era considerado un grave delito, pero ellos se acostumbraron a verlo como un mero acto de justicia.
Por supuesto, las autoridades reales hicieron todo lo posible por controlar y acabar con el comercio ilegal, aplicando mano dura a los infractores. Pero al mismo tiempo, estaban contribuyendo a propagar el naciente sentimiento antibritánico en los atrevidos comerciantes de la región de Nueva Inglaterra y sus contactos a lo largo de las costas de Norteamérica. Eran apenas los primeros nubarrones, de la gran tempestad que se avecinaba...
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