Mapa de la ubicación de la Terra Australis Incognita, de 1657. Fuente: Het Geheugen. |
Lo cierto es que el asunto del gran continente sur aún estaba por resolver, luego del primer viaje. Para la corona británica era algo de capital importancia, en su afán de mantener la hegemonía como primera potencia de la época. Por ese motivo, no tardó en organizarse una segunda expedición. Esta vez, el plan sería dar una vuelta completa al globo terráqueo, manteniéndose lo más al sur que fuera posible.
Johann Reinhold Forster y su hijo Georg. Por John Francis Rigaud, ca. 1780. Galería Nacional de Retratos, Canberra, Australia. |
James Cook. Por William Hodges, ca. 1776. Museo Marítimo Nacional. Londres, UK. |
De nuevo se impuso el criterio de otorgar el liderazgo a James Cook y de utilizar los resistentes barcos carboneros de la ciudad de Whitby. El HMS Resolution, de 462 toneladas, iría capitaneado por el propio Cook y el HMS Adventure, algo más pequeño, navegaría bajo la tutela del experimentado oficial Tobías Furneaux.
Tobías Furneaux. Autor desconocido. Fuente: http://www.britishempire.co.uk |
En un viaje tan revelador como ese, no podían pasar por alto la importancia de conocer la ubicación exacta de cualquier lugar sobre la faz de la Tierra, en todo momento. Para ello, era necesario precisar no solo la Latitud, sino también la Longitud, cuya determinación hasta entonces había sido un asunto engorroso. Entre los pasajeros, en cada barco, iría un experto del Consejo de Longitud Británico, para encargarse del cálculo de esa coordenada. Adicionalmente, se ensayaría con el uso de distintos relojes diseñados para facilitar esa tarea. Al final, solo uno de los modelos, probaría ser satisfactorio.
Cronómetro diseñado por John Harrison, ca. 1730. Museo Marítimo Nacional, Greewich. Londres, UK. Fuente: Wikimedia commons. Lic. CC BY-SA 3.0 |
Las instrucciones del Almirantazgo eran muy precisas. Si finalmente daban con esas tierras, Cook debía tomar posesión de ellas, en nombre de Su Majestad, e iniciar su reconocimiento y exploración. Pero en caso de no encontrarlas, los planes cambiaban sustancialmente. Deberían proseguir con la búsqueda, e incluso trasponer el Círculo Polar, cuantas veces fuera necesario. Al sentir la proximidad del invierno, buscarían refugio en las islas del norte, para reanudar la búsqueda en la siguiente primavera.
Una vista de Madeira. Por William Hodges, ca. 1777. Captain Cook Memorial Museum, Whitby, UK. |
Maniobra, opera y navega bien y es extremadamente resistente y todo parece indicar que esta será una nave seca y fácil de maniobrar en el mar...
Bahía de la Mesa, Cabo de Buena Esperanza. Por William Hodges, 1772. Pintado desde el Resolution, a la izquierda se observa el Adventure. Museo Marítimo Nacional. Londres, UK. |
A pesar del inicio del verano en el hemisferio meridional, muy pronto el brusco descenso de la temperatura obligó al uso de ropa especial, algo que también había sido previsto. La espesa niebla les hizo avanzar con cautela, a través de los trozos de hielo flotantes. En esa región, el explorador francés Jean Bouvet, había divisado tierra, unos treinta años atrás. Sin embargo, luego de realizar varios intentos, Cook no pudo dar con ella.
William Hodges. Por George Dance el Joven, Siglo XVIII |
Las islas de hielo. Por William Hodges, 1773. Autor: Butterfly Voyages. Fuente: mp.natlib.govt.nz |
A pesar de las precauciones, el 8 de febrero, el contacto entre ambos barcos se perdió, en medio de un inmenso banco de niebla. Afortunadamente, ya sabían cómo proceder ante esa eventualidad. Cada uno habría de dirigirse hacia un lugar previamente fijado. Dicho sitio se encontraba en la isla sur de Nueva Zelanda, junto al estrecho bautizado con el nombre del propio capitán Cook. Para el día 7 de mayo, el Adventure ya se encontraba allí. En su camino, Furneaux pudo explorar parte de las costas de Tasmania, pero se equivocó al creer que se trataba del extremo meridional de Australia.
Mientras tanto, el capitán Cook había insistido en su búsqueda del gran continente perdido. A finales del mes de febrero de 1773 se encontraba muy cerca del círculo polar antártico. Pero el mal tiempo, ya hacía imposible seguir con la exploración. Decidió poner rumbo hacia Nueva Zelanda, donde se encontró con Furneaux, el 17 de mayo, en el sitio acordado. Tras un breve descanso, se dedicarían a la exploración de las islas de los mares del sur. Ya en el mes de octubre, reanudarían la búsqueda del gran continente sur.
El Resolution y el Adventure, en Tahití. Por William Hodges, 1776. Museos reales de Greenwich, Londres. |
James Cook desembarca en las Nuevas Hébridas, en 1774. Por William Hodges, 1776. Museo Marítimo Nacional de Greenwich. Londres, UK. |
Lecturas adicionales.
El capitán James Cook. Sus viajes.
La Terra Australis Incognita.
En busca del continente perdido.
La Era de los descubrimientos.
Grandes exploraciones.
La Antártida. Su importancia.
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