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Carlos V en 1548, por Tiziano
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Hay quien opina que ese libro no es sino un reporte, para el emperador Carlos V. Allí, lo que Cabeza de Vaca pretende, es justificar y esconder el fracaso de la expedición de Narváez. Envuelto en detalles mágico-religiosos, mediante la descripción de unos inmensos territorios, supuestamente plenos de riquezas, intenta ganarse el favor real, para ser nombrado gobernador de esas tierras. De ser así, logró la opinión favorable del rey, solo que a medias (obtuvo un nombramiento como Gobernador, pero en un lugar muy distante). En realidad, por la forma en que fue escrito, el libro Naufragios, consigue captar la atención y la simpatía hacia su protagonista, Álvar Núñez. Hasta sus detractores, llegan a reconocer en él ciertas virtudes narrativas.
De lo que sí podemos estar seguros, es de que sea como sea, Álvar Núñez dejó interesantes enseñanzas, sobre como extraer algo positivo a partir de un fracaso como ese: ¡un gran fracaso! Además, por su tenacidad, al ir siempre en búsqueda de un mejor porvenir. Curioso personaje, sin duda. Iremos de nuevo a su encuentro, para tratar de comprender esa peregrinación sin fin, en la que se convirtió su vida. Tal vez en ello finalmente pudo encontrar la verdadera Fuente de la Juventud...
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