sábado, 11 de mayo de 2013

La Civilización del Nilo y el Gran Faraón (parte I)

A través de los tiempos han existido pueblos que desaparecieron misteriosamente, dejando sus obras, edificaciones y el enigma de quienes fueron, cómo era su vida, por qué se desvanecieron. Con la civilización egipcia no estuvo muy lejos de ocurrir algo así, a pesar de la gran cantidad de restos arqueológicos y señales materiales que dejaron, además de sus tesoros, objeto de eternos saqueos.


Pirámide de Kefrén y la Esfinge en Gizeh

De hecho, la vida en el antiguoEgipto fue un misterio sin resolver durante siglos, y si nos ponemos a ver, su historia ha sido como un gran rompecabezas, que se ha ido armando lentamente y del que aún faltan muchas piezas.






Heródoto


Por el quinto antes de Cristo, el historiador griego Heródoto indagó acerca del pasado egipcio, pero solo produjo una serie de datos inconexos.Hacia el año 280 A.C. un sacerdote, llamado Manetón, escribió en griego (afortunadamente) una historia y cronología sobre los gobernantes del país, desde sus orígenes, hasta la conquista por Alejandro Magno. Aunque sus escritos y fuentes se han perdido, fueron revisados y sirvieron de base a varios historiadores antiguos, lo que en parte pudo preservar su trabajo.


Alejandro el Grande. Mosaico de Issos, detalle. 100aC.
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No hay que olvidar que para la época de Alejandro (332 A.C.) ya los egipcios tenían una historia de milenios, así que las lagunas y fallas de esos relatos deberían ser muchas y muy grandes.


Jeroglífico. Representa el nombre de Tutmosis II

Tantas inscripciones a la vista en los monumentos, tumbas y papiros resultaban un misterio; esos mensajes, en medio de tanta grandeza, ¡y no podían ser interpretados!. La escritura de los antiguos egipcios era indescifrable, y con razón: era muy compleja. Algunos estudiosos llegaron a pensar que se trataba de "acertijos" y trataban de sacar conclusiones, sin tener asidero real.


Piedra de Rosetta


Esto se mantuvo así hasta que las fuerzas napoleónicas ocuparon Egipto, a finales del siglo XVIII. Además de sus ejércitos, llevaban sabios y expertos que se encargaban de "recolectar" y catalogar las muestras arqueológicas. Sin duda, tenía respeto e interés por la cultura de ese país. Así, en la ciudad de Rashid (Rosetta) fue encontrada una estela de basalto pulido, con inscripciones en diferentes lenguajes: jeroglífico, demótico y griego, en tres franjas separadas. Desde el comienzo, se sospechó que se trataba de un mismo mensaje, escrito en las tres lenguas. Allí estaba la solución del problema, ¿pero cómo dar con ella?


Jean-François Champollion


Después de innumerables intentos y fracasos de algunos expertos, pero que a fin de cuentas, siempre aportaban algo, Jean-François Champollion, tras un arduo trabajo y un gran derroche de ingenio, logró descifrar la escritura jeroglífica, hacia 1822. Esto suministró la llave para abrir las puertas de ese pasado grandioso y cautivador, pero tan desconocido hasta entonces. Su vida y sus estudios son muy interesantes, valdría la pena hacer una visita virtual a este admirable ser humano.


Libro de Anotaciones de Champollion


Al disponer de esta herramienta, se pudo estudiar y reconstruir mejor el pasado de un país y una cultura, cuyos orígenes se remontan al año 5000 A.C. aproximadamente, estamos hablando de hace unos siete mil años.


Orillas del Nilo


La civilización egipcia, que siempre ha llenado de admiración y estupor a los seres humanos, desde el principio estuvo ligada a la existencia del río Nilo. El conquistar y domar para su provecho a ese gran río resultó un notorio estímulo civilizador para los primitivos habitantes del valle del Nilo. Con sus crecidas anuales, dejaba una franja de fertilidad en medio de las tierras desérticas, constituía la vida para ese pueblo.

Además, se debe considerar el aislamiento relativo de Egipto. Estaba rodeado por grandes desiertos y por el mar, se trataba de un verdadero "ecosistema histórico-cultural". Eso le proporcionó unas condiciones especiales al desarrollo de esa nación. Les permitió crecer, manteniendo sus tradiciones y su religión: eran tercamente conservadores.


El  Antiguo Egipto


La historia egipcia, comienza con los primeros registros escritos (3100 A.C.). Esto coincide con la época en la cual se unificaron bajo un solo gobernante las dos regiones geográficas fundamentales del país: el Bajo Egipto, correspondiente al delta del Nilo y el Alto Egipto, que es el resto del territorio. 


Paleta de Narmer ( Menes)

Por entonces, en los albores de su historia, se atribuye a Narmer (o Menes), originario del Alto Egipto, el dominio y la unificación ya mencionada. Las cronologías históricas de los monarcas egipcios, tienen su inicio con este rey. A los que le sucedieron en el gobierno a lo largo de tantos siglos, se les ha agrupado en dinastías y estas a su vez, forman los diferentes períodos de la historia antigua, ya establecidos secuencialmente por Manetón. Es muy probable que existan errores e inexactitudes en todo esto.


Pirámide escalonada de Zoser


Lo cierto es que el país atravesó por períodos de grandeza y también de decadenciaTiempos de expansión territorial y tiempos de invasiones extranjeras. Monarcas capaces o ineptos. La capital del país, era mudada según la conveniencia y el gusto de los gobernantes de turno. Todos estos vaivenes resultan lógicos, cuando se trata de una historia que abarca mucho más de dos mil años.


Máscara en oro de Tutankamón


La figura descollante en la vida egipcia era el rey o faraón, siempre imbuido de un carácter divino, aun cuando la mayoría de las veces (si no todas) era evidente su origen terrenal. Toda su grandeza e importancia, al mezclarse con las creencias religiosas, hizo que los rituales faraónicos se hicieran cada vez más elaborados, así hasta desembocar en la monumentalidad, que ha sido el sello distintivo de la cultura egipcia, produciendo algunas de las obras más espectaculares del ingenio humano.

Quizás el más famoso de estos faraones, por sus conquistas y sus monumentos, pero también por el culto a su personalidad y su egocentrismo, sea Ramsés II, quien gobernó a Egipto por muchos años, a partir del año 1290 A.C. Su padre, fue el faraón Seti I ... Pero mejor lo dejamos para otro viaje a esa época y esos lugares, llenos de fascinación y misterio, cuya sola evocación ha cautivado la mente de tantas generaciones.

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