martes, 16 de abril de 2013

Boudica, la Reina Guerrera y la Britania Romana (parte 2).

Mapa Antiguo de Britania
En rojo Watling Street
Con los ojos de la imaginación podemos contemplar el panorama previo a la batalla decisiva: al despuntar el día, en las cercanías de un antiguo camino, el campo algo inclinado, rodeado por una barranca y con un espeso bosque al fondo. El gobernador romano, Cayo Suetonio eligió esas posiciones, de modo que su retaguardia y un flanco quedaran protegidos.  Así dispuso sus diez mil hombres con toda la pericia de un gran estratega. 

A la Batalla - H. Lemon

Del lado opuesto, en abigarrada multitud, unos cincuenta mil fieros combatientes celtas (hay quien dice que llegaban a doscientos mil) de todas las edades, muchos de ellos mal armados; según algunas narraciones, hasta sus familias se acercaron a contemplar la batalla, detrás de las últimas filas. Boudica, seguramente iba al frente de todos, arengando y dando ánimos.


Formación romana al ataque


La primera línea romana consistía de lanceros, que se encargaron de desbaratar el frontal ataque britano, creando una gran confusión. Cuando estos lograron recomponerse, encontraron a sus contrarios formados en múltiples cuñas, como los dientes de una sierra, protegidos por sus escudos, lanzas y espadas. Era un mortal erizo blindado, que fue avanzando lentamente, causando estragos a sus oponentes. El remate lo dio la caballería, que destruyó el resto del ejército de Boudica, persiguiendo y matando a todo britano que se encontraban. Al final del día, la masacre fue enorme, ya conocemos la dureza romana en esos casos. 


Estatua de Boudica  - Thomas Thornycroft 
- 1905


Según la versión más aceptada, Boudica salió con vida de esa batalla, pero luego se suicidó, junto con sus hijas, para no caer en manos del enemigo. Sin embargo, hay quienes opinan que Boudica murió enferma (o tal vez herida), mientras intentaba levantar otra rebelión. Tampoco sería imposible que hubiese muerto en durante la batalla. Su tumba nunca ha sido hallada.



Cornelio Tácito - Grolier Society-
Dominio público


Existen dudas acerca de su propia existencia y sobre sus hechos guerreros. Pero se tienen a la mano, las pruebas arqueológicas de la destrucción que fue descrita por los historiadores,en las ciudades de Londres y Colchester. Por otra parte, no parece probable que los escritores romanos pudieran estar interesados en la creación de una heroína celta. Uno de ellos, Cornelio Tácito, fue un historiador riguroso y sus relatos fueron hechos en épocas no demasiado lejanas de los acontecimientos descritos. Por eso es probable que haya encontrado testimonios de primera mano, sobre la rebelión.


El nombre de Boudica permaneció en el olvido durante varios siglos, hasta que los estudiosos renacentistas volvieron la mirada hacia la antigüedad greco-romana. Fue entonces cuando se encontraron con su presencia en los relatos de Tácito y de otros escritores. A partir de allí, Boudica o Boadicea "resucitó" para la historia, figurando en crónicas (a partir de 1534), en poemas y hasta en obras de teatro.


Boudica y el Big Ben


Pero su verdadera exaltación llegó en los tiempos de la Reina Victoria, cuando se escribieron odas en su honor, se le dio su nombre a un barco de la armada británica y en 1905, se le erigió el impactante grupo escultórico que está cerca del Edificio del Parlamento (Palacio de Westminster) en Londres. En una inscripción dice: "Regiones que el César nunca conoció tus herederos dominarán". 



Vitral de la torre de Lóndres en honor a Boudica


Al día de hoy, la vida de Boudica ha sido objeto de muchas investigaciones y se han escrito libros sobre su historia. Pero inevitablemente, sus hechos colindan con la leyenda. Llama la atención, que la época en la que su figura fue glorificada como heroína de la libertad, coincidió con la existencia de un moderno y duro imperio precisamente gobernado por los hijos de las tierras que ella defendió. Sin duda, la rueda de la historia siempre ha girado caprichosamente; el proceso de aprendizaje del ser humano ha sido lento, tortuoso, y su resultado, imperfecto, es el que tenemos hoy. Seguirá la búsqueda.


Ilustración de Nerón


En cuanto al dominio de las águilas imperiales en la Britania, hubo un gran endurecimiento en el trato dado a las tribus locales. A pesar de ello,las revueltas de estas continuaron intensificándose. Los esfuerzos de Boudica parecieron dejar sus frutos. Para fortuna de los rebeldes celtas, Roma cayó en una vorágine de desórdenes y guerras civiles. El gobierno de Nerón terminó en medio de una gran anarquía (año 68), lo que detuvo los movimientos militares importantes hacia esas colonias, por unos pocos años. 


Watling Street Post


Volveremos a visitar estas bellas tierras, en esos tiempos plenos de altibajos y cambios. Todavía resta por ver lo que ocurrió con el dominio romano y por qué su influencia en Britania terminó siendo casi borrada de la historia.

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