Boudica, la Reina Guerrera y la Britania Romana. (Parte I)

Reina Boudica - John Opie
Imagen de libre uso.

Resulta difícil hoy en día el imaginarse a las islas británicas con una herencia cultural mayoritariamente latina. Y sin embargo, esto pudo haber sido así. Hubo una época, en que la mayor parte del territorio conocido como Britania, formó parte del Imperio Romano. Cuando los romanos comenzaron su expansión hacia el norte, guiados por Julio César, y conquistaron la Galia (hoy Francia) en el año 58 AC, comenzaron los roces con los britanos (celtas). Estos mantenían relaciones comerciales con los territorios recién conquistados. Al sentir la presión militar romana, ellos se dedicaron a estimular la rebelión de sus vecinos galos.

Julio César - Rimini Italia
Foto por Georges Jansoone 2006

De inmediato, los romanos decidieron cruzar el estrecho que los separaba de las tierras insulares. Tras un primer fracaso, César logró su cometido de invadir Britania (54 AC). Contando con una fuerza militar bastante grande, desalojó a los que intentaron resistir. Lograron llegar hasta el río Támesis, al sur de la isla. Pareciera que la intención era meramente punitiva, ya que los romanos se retiraron sin dejar ningún puesto ni guarnición, quedando los britanos libres como habían sido hasta entonces, pero habiendo conocido la dureza romana.

Mapa del mundo romano en el 50 AC después de la
conquista de la Galia

A pesar de todo, el progreso y la civilización de las tierras galas habían significado algunas consecuencias beneficiosas desde el punto de vista económico para la Britania, por lo que empezaron a sentir una influencia civilizadora, se estaban "romanizando", sobre todo al sur de la isla, aunque seguían siendo independientes.

 

Guerreros germanos

Las guerras civiles que padeció Roma en esa época y las continuas amenazas de las tribus germánicas, que siempre presionaban en sus fronteras, contribuyeron a que esa independencia se mantuviera por varios años más.

Londinium - Alrededor del 41 DC - Futura Londres.

Ya en tiempos del imperio, luego de haber tenido aliados e incluso gobernantes títeres en las tierras británicas meridionales, los romanos encontraron la excusa y el momento para anexarse esos territorios. En el 41 DC se decidieron a conquistar la isla, enviando un ejército de cuarenta mil hombres; esta vez llegaron a cruzar el Támesis, donde establecieron un fuerte, para afianzar su dominio militar. Dicho fuerte, fue llamado Londinium, que con el tiempo daría origen a la ciudad de Londres.

Emperador Claudio 

El Emperador Claudio visitó la isla: aceptó la rendición de los caudillos de las tribus vencidas.  No pareció ser demasiado duro y cruel con ellos, podría decirse que estaba interesado en fomentar la "Pax Romana". La capital de la provincia se fijó en Camulodunum (hoy Colchester).

Roma continuó su avance triunfal en las tierras de Britania, estableciendo fortines en cada nueva región dominada. Esto no quiere decir que no persistiesen tribus rebeldes, sobre todo hacia el norte, pero iban quedando cada vez más arrinconadas. La disciplina de las legiones romanas siempre les daría ventaja frente a los ejércitos britanos, que carecían de ella. 

Guerreros celtas contra los romanos

Por otra parte, el imperio permitía la existencia de líderes locales, con la única condición de que fueran aliados suyos. Lamentablemente, este sistema mostraba graves defectos, debidos más que nada a los abusivos y excesos de algunos gobernadores y funcionarios romanos. Este dio origen a situaciones muy complejas, poco tiempo después.

Boudica y sus hijas - Cardiff City Hall

Hacia el año sesenta, falleció el rey de una de esas tribus aliadas, los Icenos, establecidos al norte de la capital. En su testamento, dejó al imperio una parte de su reino, tratando de salvar algo para su esposa Boudica e hijas. Al no existir descendientes masculinos, el procurador romano desconoció ese testamento, apropiándose de todo, como si se tratara de un territorio conquistado. La protesta de los Icenos no se hizo esperar, encabezados por su reina. Pero los romanos respondieron con inusitada dureza. La reina Boudica fue azotada y sus hijas fueron violadas por los soldados.

Reina Boudica por Chris Rawling
http://chrisrawlins.deviantart.com/art/Boudicca-99680234

Como era de esperar, esto encendió aun más la rebelión. La reina se puso al frente de los icenos y de otras tribus vecinas. Sin duda que tantos abusos consiguieron sacar de su letargo al pueblo. Renacieron las ansias de libertad, siempre presentes en el corazón de los celtas. Así entraría en la historia Boudica, la reina guerrera. Sin embargo y como pasa tan a menudo, la leyenda se ha convertido en parte de su historia.

Boudica - Gourdon Napier
http://www.dashinvaine.co.uk/boudica%20page.htm

Los historiadores romanos que relataron estos hechos, dejaron una descripción de la reina: era alta, de largos cabellos rojizos, voz áspera y mirada feroz. Siempre vestía túnicas multicolores, su origen era aristocrático y "poseía una inteligencia superior a la normalmente encontrada en las mujeres". No podemos culpar demasiado a los autores de este retrato, siempre es necesario colocarse dentro del contexto histórico. Es muy posible que esa actitud machista, fuera normal en esa época y a pesar de la forma despectiva de expresarse, es evidente que pretendían (de un modo infeliz) hacer un elogio de Boudica, aun siendo enemiga de los romanos. 

Quema del templo de Claudio en Camulodunum - Peter Frost

Ella aguardó a que el grueso del ejército romano se encontrara lejos, en sus campañas de conquista, y dirigió su ataque a la capital, Camulodunum, que en ese momento se contaba con una débil defensa. Con una estrategia de "tierra arrasada" masacraron a la población y destruyeron la ciudad.  

Aquí parecieran evidenciarse dos aspectos:  1) Que la crueldad de los romanos desató el odio en un pueblo pacificado. 2) Parece posible que los historiadores romanos, hayan exagerado al describir la violencia del ejército de Boudica. Cuando menos, no parece probable que asesinaran indiscriminadamente a todos los habitantes de una ciudad. Según ellos, murieron unas setenta mil personas.

Boudica victoriosa - The Embankment

Luego derrotaron en una emboscada (en realidad, la única manera en que podían enfrentarse a las legiones romanas) a la infantería liderada por Quinto Petilio, el futuro gobernador de Britania. Él escasamente alcanzó a huir con su caballería, dejando sin auxilio a varias ciudades amenazadas. Al enterarse el procurador, quien era el verdadero culpable de todo lo ocurrido, huyó para la Galia, lo más lejos posible. El gobernador Cayo Suetonio regresó para enfrentar la rebelión, pero no pudo evitar la pérdida de Londinium y Verulamium (hoy St. Albans). Ambas ciudades fueron destruidas. Pero Boudica y su ejército, no pudieron o no supieron evitar una batalla formal, decisiva. Quizás animados por esos triunfos iniciales y por la superioridad numérica, no captaron que en los ataques sorpresivos y en las emboscadas estaba su mayor fortaleza.  

Formación romana en cuña

Así, se encontrarían en la llamada Batalla de Watling Street, entre Londinium y Viroconium (hoy Wroxeter). Según los historiadores romanos, estos eran superados aproximadamente en cinco a uno por los rebeldes, pero si nos detenemos a ver, ella contaba con gente mal armada, existiendo incluso ancianos y niños entre sus filas. 

Luego daremos otra visita virtual a esta época de heroísmos y luchas desesperadas por la libertad. 

Boudica a la batalla

La presencia de los romanos en las islas británicas debería haber influido en la cultura y en su modo de vida, sin embargo, quedó muy poco de ellos. ¿Por qué ocurrió esto? De haber sido mayor esa influencia latina, su historia hubiese tomado por caminos muy distintos a los que conocemos. En realidad, es muy difícil imaginar cuan distinta pudo haber sido. ¿Cómo y por qué perderían los romanos esos territorios?