Roma, La ciudad eterna |
La presencia romana se mantendría en Britania por casi tres siglos y medio, luego de la derrota de Boudica. Se alternaron períodos de paz con tiempos turbulentos, en un permanente vaivén. En parte, esto era debido a los problemas que tenía Roma para custodiar sus fronteras más distantes, dada la expansión del imperio. Así mismo, las intrigas políticas en la metrópoli, tenían su peso. Los generales que se hacían muy exitosos (y poderosos), eran objeto del recelo imperial. No obstante, a menudo los hechos se encargaron de demostrar, que tal desconfianza estaba justificada.