miércoles, 13 de marzo de 2013

Locura de Libertad

Juan Ramón Estomba


Supuesta imagen de
Juan Ramón Estomba por Juan Fonrouge


Año de 1828, la tierra Argentina, en plena Guerra Civil; al mando de un regimiento de caballería se encontraba un nervioso Coronel, que les ordenaba maniobras erráticas, con gestos que hacían sospechar que algo no andaba bien en él. Así, hasta que ordenó una carga en aquella solitaria pampa, sin enemigos al frente, una carga en contra de un enemigo imaginario, con lo que terminó de ser evidente su demencia.



Pampa argentina al atardecer - Foto: Diego Sabbatini


Se lanzaron al ataque, espadas desenvainadas, su jefe tomaba por enemigos aquellas sombras en el horizonte, en donde se levantaban polvaredas y la luz del sol producía brillos de espejismo. Su atónito grupo de caballería, le siguió obediente; en la mente del oficial, tantas batallas y acciones militares que había vivido, se reproducían  con realismo. Hasta que, súbitamente, todo desapareció, la llanura se tragó al ejército rival, oscuridad definitiva. El Coronel Juan Ramón Estomba, había perdido la cordura y ya no saldría de ese estado. Ahora pertenecía a la leyenda.



Hospital General de Hombres donde
fue recluido Estomba al final de su vida


Tres meses después, falleció en Buenos Aires, fué en el año 1829, después de ser internado en un asilo. Él, que había sido un buen soldado, gran defensor de las causas independentistas en América del Sur, un ser que hubiese merecido tener mejor destino y otro final.


Batalla de Suipacha, Potosí 1810


Pero ¿Quién era este hombre? ¿Cómo había sido su vida? Juan Ramón Estomba nació en Montevideo en 1790, de padre español;  su madre fue, a su vez, la tía de un futuro Presidente de Argentina, Bartolomé Mitre (1862). A los veinte años, Estomba ya era militar, logrando ascender rápidamente, dos años más tarde ya era Teniente. Sirvió en el Alto Perú (Bolivia) hacia 1811, con el Regimiento 6 de Infantería; luego con el Batallón de Dragones en Perú. Más tarde con el Regimiento de Infantería Río de la Plata, de los Andes, en 1813.  


Estomba ayudado por Gauna y Alderete en Ayohuma


Participó en numerosas batallas, desde los comienzos de la lucha por la independencia, en los ejércitos del General José de San Martín: las acciones de Suipacha, Huaqui, Las Piedras, Tucumán, Vilcapugio, Ayohuma, entre otras, atestiguaron su esfuerzo heroico. En la última de esas batallas, resultó seriamente herido, en 1813 fue hecho prisionero, pasando los siguientes siete años en una cárcel, allí su espíritu libre, noble, debe haber sufrido mucho, sabiendo que la lucha por la independencia seguía, mientras él no podía ayudar en nada a su causa.


Batalla de Junín - Martin Tovar y Tovar


En 1820, San Martín lograba su libertad, le fue otorgada una condecoración, y se unió al ejército del Perú, con quienes participó en todas las campañas y acciones, de modo destacado; en las derrotas se mostraba indomable. En 1822 fué ascendido a Teniente Coronel.  Con el Ejército de los Andes destrozado se mantuvo en pie, hasta caer preso de nuevo en 1823, esta vez huyó y en seguida se incorporó al ejército de Simón Bolívar, con quienes participó en la Batalla de Junín al año siguiente.


Simón Bolívar hacia 1825


Fue nombrado Prefecto del Departamento de Ayacucho, por Bolívar, en premio a sus méritos, en 1825, pero renunció al poco tiempo. Después se vio envuelto en una conspiración y el mismo General ordenó su prisión, luego de algunos meses se demostró su inocencia y fue puesto en libertad. Regresó a su país en circunstancias no muy claras.


José Francisco de San Martín
1827 1829 - Múseo Histórico Nacional


De nuevo en Argentina, obtuvo el grado de Coronel en 1827. Allí se encontró con la anarquía, muchos caudillos locales hacían su voluntad. Fue asignado al ejército, a abrir caminos, proteger fronteras, lo que incluía luchar con los indígenas. Una vida de soledad, en permanente zozobra, hasta pasando hambre en tristes fortines, en medio de la nada. Siempre acechado por bárbaros, después de tantos encuentros formidables en los que había sido protagonista. Es posible que ya su mente le empezara a hacer jugarretas, en medio de la nostalgia por las grandezas pasadas.


Planos de la Fortaleza Protectora Argentina


Al frente del Regimiento 7° de Caballería de Línea pasó del Fuerte Independencia (hoy Tandil), hacia el suroeste, fundando lo que el llamó: La Fortaleza Protectora Argentina, en 1828, que dio origen a la hermosa ciudad de Bahía Blanca. Después él se incorporó a las tropas de Lavalle, un antiguo jefe, ya para entonces es muy probable que su salud mental estuviese resentida. Su triste final, ya lo hemos descrito. Fue sepultado en Buenos Aires, pero en 1980 sus restos fueron trasladados a la Catedral de Bahía Blanca.


Catedral de Bahía Blanca  en Argentina. Foto por: Fapi


¿Por qué un hombre como ese, un gran soldado, merecería un final tan poco digno de su heroísmo? ¿Se trataría simplemente de un militar con "mala estrella"? Si revisamos su vida militar con detenimiento, encontramos algunos episodios muy traumáticos. Por ejemplo: cuando cayó prisionero, después de Ayohuma, en donde había sido salvado por sus soldados, estos luego fueron asesinados en su presencia. Herido y derrotado, tuvo que pasar hasta siete años en duro cautiverio, en el Callao, Perú; como ya dijimos, en esta prisión los sufrimientos y humillaciones, unidos a sus ansias de libertad, deben haber dejado huella en su mente.


Lago Titicaca  desde la Isla del Sol - Foto: H. Fred


Así sería el temor de sufrir una nueva prisión, que en 1824, estando prisionero, decidió fugarse a cualquier precio, y en las cercanías del Lago Titicaca, huyó. Tuvo que esconderse en una acequia, y seguir por parajes inhóspitos. Imaginamos lo que eso significaría para su salud, dado el clima de esos lugares, esto añadido a la tensión nerviosa a la que estaría sometido por su huida. Había sido ayudado a escapar por dos personas, las cuales fueron ejecutadas posteriormente, Estomba se enteró de esto, y nunca se lo perdonó. Su prisión y destierro, cuando Bolívar, también debió afectarlo, ya que se vieron implicados su honor y su prestigio, al ser acusado de conspirador, injustamente, siendo declarado inocente pocos meses después. 

¿Estaría en él la tendencia a la locura desde su juventud? ¿Sería algo que ya estaba "impreso" en su mente desde que nació? Si no fue este el caso, ¿qué podría haber desatado su insania?


La Acción de las Piedras - Los Blanes (hijo y padre)
1895

Parece estar demostrado que el exceso de sufrimiento y de situaciones de ansiedad pueden hacer perder la razón a algunas personas, de modo temporal y hasta permanente. No siempre se tiene la fuerza espiritual para soportar grandes vicisitudes. También se ha comprobado que las guerras y las batallas pueden producir enfermedades mentales. Lamentablemente, en esa época no existía nada que pudiera haberlo ayudado en su caso.


Batalla de Tucumán


Las personas demasiado valientes y temerarias (Estomba era de los que cargaban de frente, sin importarle el silbido de las balas que pasaban casi rozándole), pueden poseer personalidades con tendencia psicopática, según algunas opiniones autorizadas. Además, tanto haber ansiado algo como la Libertad, para al fin llegar, después de una vida de sacrificios y sufrimientos, al triste resultado de una guerra civil. Encontrase combatiendo y matando gente de su propio país, bien podría haber contribuido a derrumbar definitivamente su psiquis.


Bahía Blanca de noche, foto actual. Blog: Mundopoesía


En mi opinión, él fue solo uno más de los que sacrificaron su vida y dieron casi todo por el ideal de la Independencia de estas tierras. Que al lograrse esta, no pudieron o no supieron encontrar un lugar en estas nuevas sociedades. Uno de tantos, que terminaron casi en el anonimato (él es más conocido por la fundación de una ciudad), sin ver la realización de sus sueños. Vayan estas líneas como un sencillo homenaje para estos héroes. Son Verdad y Leyenda de nuestra historia.


Bibliografía

Tradiciones Hispanoamericanas. Biblioteca Ayacucho N° 67. Caracas.


4 comentarios:

  1. Al leer estas historias, por pocos conocidas, se pregunta uno ¿Es justo que dejemos en manos de tiranos las libertades que con tanto sacrifio se lograron en otros tiempos? Buena historia. Gracias por narrarla de manera tan amena.

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  2. Gracias, seguiremos adelante, sus comentarios nos dan estímulo para mejorar. Saludos!

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  3. Los felicito por excelente trabajo y presentación. De la manera en que son desarrollados los temas se puede concluir, que ustedes poseen una gran capacidad de análisis, que profundizaron en los temas, que son auténticos historiadores natos y que tienen mucha pericia para transmitir la información de una manera amena, didáctica e incluso poética. Felicitaciones. Seré un visitante asiduo de este sitio en internet. José Reinaldo

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  4. Muy amable por tu comentario José Reinaldo, tratemos de seguir adelante y hacerlo cada vez mejor. Bienvenido siempre por aquí, al igual que tus observaciones y sugerencias. Muchos saludos!

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