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Puente de Cal y Canto. Santiago de Chile, 1860. Foto: Emilio Garreaud y Pedro Adams. Fuente: http://www.enredarte.com
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A pesar del enorme poder que se le atribuye al Diablo, y su maléfico influjo sobre los hombres, en el folclore de nuestros países, abundan las historias en las que el ingenio humano logra burlarlo, llegando incluso a dejarlo en ridículo. Podemos recordar en una leyenda venezolana, que el coplero Florentino puso en serios aprietos al siniestro personaje, como una pequeña muestra de ello.
En Santiago de Chile, cercano al centro de la ciudad, cruzando las aguas del maltratado río Mapocho, se encuentra el puente de Calicanto. Este fue objeto de numerosos relatos y leyendas, desde su construcción, en los ya lejanos días de la colonia. Según algunas de esas historias, el propio Satanás metió sus manos en el levantamiento de la estructura. Veamos lo que se cuenta al respecto, que aparece en el estupendo libro, Criaturas Fabulosas Chilenas, del escritor Miguel Moreno Duhamel, de Marciano Ediciones, Santiago de Chile, 2022.
…El Diablo chileno es un personaje dual. Un personaje terrorífico enseñoreándose en los aquelarres o entrando en el cuerpo de los desdichados espirituados. Por otro lado, puede ser un completo pánfilo, víctima del ladino ingenio humano. ¿Cuántas capillas en la America hispana y en Europa se le atribuyen a este Diablo constructor que a la postre es engañado? ¿Cuántos puentes? Se repiten las historias de que, a cambio de construir uno, se puede llevar el alma del primero que lo cruce el día de la inauguración y el hábil ingeniero debe contentarse con un gato o un pollo que es lanzado al frente de la procesión en la pasarela. En Santiago existe la leyenda del Corregidor Zañartu que, a mediados del 1700, concluyó la construcción del puente de Cal y Canto después de ganarle una apuesta al Diablo. En el libro de Julio Vicuña Cifuentes aparece una exquisita variante de este cuento proveniente de la región de Matancilla.
<<Estaba el diablo afanosamente trabajando en la construcción del puente del Corregidor, ya que habían apostado a que no era capaz de levantarlo con sus propias manos en el lapso de una noche, si lo lograba sería dueño de su alma, pero si no, el diablo dejaría en pie lo construido y libre de todo compromiso a Zañartu. Mientras laburaba se oyó el canto de un gallo.
—¿Quién cantó? —preguntó el cacho ‘e cabra.
—El gallo colorado — le dijeron.
—Entonces no hay cuidado. —Y continuó su faena.
Luego se escuchó el canto de otro a lo lejos.
—¿Quién cantó?
—El gallo castellano.
—Entonces a apurar las manos.
Pero el tercero no se tardó en escuchar y vieron palidecer al diablo muy contrariado.
—¿Quién cantó?
—El gallo negro.
—Entonces el diablo al infierno.
Y se esfumó profiriendo gritos de ira por un nuevo fracaso>>.
Se cuenta que al diablo le faltó construir un metro del famoso puente, el que fue construido por los trabajadores del Corregidor. Esa es la leyenda. Pero la historia dice otra cosa. Luis Manuel de Zañartu pudo terminar la construcción que lo tenía obsesionado después de 10 años de trabajos forzados donde obligaba a los convictos de Santiago, a punta de latigazos y rebenques, que las hicieran de obreros esclavos. La gente humilde le tenía tanto miedo a Zañartu que le apodaron “el diablo”.
Hasta aquí el relato de Miguel Moreno Duhamel…
Visto así, el oficio de diablo, aparenta ser algo cansón. Es mucho lo que debe trabajar, para llevarse el alma de un simple animalito. La mayoría de los malvados que recurren a sus inestimables servicios, como que a la vez poseen la picardía necesaria para burlarse de él, a la fatídica hora de la cobranza. Por ello, no nos extrañe, cuando pongamos nuestros pies en el Paraíso, aunque sea durante una visita guiada, como pecadores consuetudinarios que somos, que allí nos encontremos con algunos personajes de trayectoria no muy santa, cantando angelicales himnos, mientras disfrutan de la inefable felicidad eterna.
Ah, y un consejo: desde hoy, no se les ocurra cruzar, ni ser los primeros en entrar, a ninguna obra recién construida. Pero si lo hacen, lleven consigo un escapulario bendito en Jueves Santo, o la estampa de su santo o arcángel de su devoción. En lo personal, les recomiendo a San Miguel, ese no falla… ¡Amén!
Lecturas adicionales.
El Diablo.
Pactos diabólicos.
Otros nombres de el Diablo.
Leyendas sobre el Diablo.
El Diablo en el folclore.
El Arcángel Miguel, su poder.
Oración a San Miguel Arcángel.
Florentino y el Diablo.
El puente de Cal y Canto en Santiago de Chile.