Complejo arquitectónico de la Basílica de San Lorenzo, Florencia, Italia. Foto: Richardfabi, 2005. |
Durante el año de 1516, llegó otro gran proyecto: Miguel Ángel tomaría parte en el diseño y en la decoración del complejo arquitectónico de la Basílica de San Lorenzo, en Florencia. Para ello, había que postergar los trabajos de la tumba del Papa Julio II, ¡otra vez! Ese era un destino, que parecía perseguirle por dondequiera... En esta ocasión, los vaivenes y turbulencias de la política, influirían, para que a fin de cuentas, también debiese abandonar Florencia, en 1534, frustrado al no ver concluida su obra. De cualquier modo, quedaría tras de sí, la señal inconfundible de su genio.