Resulta de no creerse, pero un gran incendio se desató en la iglesia de La Compañía, poco después. Tal vez, aquello debió haber sido tomado como un aviso. Dejemos que el padre Casanova nos relate lo ocurrido...
Incendio de la Compañía, 1863. Litografía, relación de los hechos, por Mariano Casanova. Autor: Lit. P. Cabot, 1864. fuente: https://archive.org {{PD-US}} |
Unos atribuyeron el fuego a una chispa eléctrica, que pudo producir una campana que se hallaba colocada tras del altar mayor y frente a una ventana que daba al techo. Dió consistencia a este rumor las circunstancias de hallarse la atmósfera en aquella noche escesivamente cargada de electricidad, y la lijereza con que se propagó el fuego, empezando al parecer por la mencionada ventana..."
Sin embargo, existían otras versiones. Una de ellas, era solo un episodio chusco, pero cuyas consecuencias resultaron ser terribles...
"Otros dijeron, y esto fué lo mas común, que un estudiante del Instituto Nacional, sin preveer el peligro, habia echado a volar a prima noche una lechuza empapada en agua raz inflamada, la que volando por el techo iba comunicando el funesto fuego..."
También hubo opiniones de que había sido provocado de modo intencional. Lo cierto es que ninguna de las hipótesis llegó a ser comprobada. Hay que recordar que para entonces, no existía ningún cuerpo especializado en este tipo de eventualidades, por lo que era imposible producir un estudio técnico confiable acerca del siniestro. De haber existido, ¿podría haberse evitado la tragedia que terminaría ocurriendo allí? Por supuesto, entraríamos en el terreno de la especulación y como ya sabemos, los sucesos de la historia abundan en este tipo de momentos: "qué hubiese sido si..."
"Pero fue indudable que el fuego comenzó por el techo..."
"... Las llamas todo lo consumieron, ménos la puerta de la nave del oriente. La gran torre incendiada presentaba un espectáculo en estremo imponente, y el famoso reloj rodeado de llamas por todas partes, dió a Santiago ántes de caer, su último adios, tocando compasadamente las nueve de la noche..."
Ruinas de la iglesia después del incendio de 1863. |
Iglesia de la Compañía, vista del oeste, desde la esquina con Morandé. |
" Y ¡quién sabe, señor, dijo, (dirijiéndose al Sr. Dr. D. Rafael Valentin Valdivieso) si tiene algo de providencial ese ardoroso empeño con que V. S. I. ha trabajado en la reedificación de la iglesia! Si yo pudiera descorrer el denso velo que nos oculta el porvenir, no temeria enunciar aquí un grato suceso que, pueda ser, presencie la posteridad..."
Se refería al regreso de los jesuitas y a la posibilidad de que les fuese devuelta la iglesia. Ocho de ellos habían regresado en 1843, en calidad de misioneros en Santiago. En 1856 abrieron el Colegio de San Ignacio y en 1859 se habilitó nuevamente el noviciado de la congregación.
"... ¡Quién sabe si este templo está destinado para ser restituido a sus primitivos fundadores. Talvez, y ¡ojalá fueran proféticas mis palabras!"
Primer templo de los Jesuitas en Santiago de Chile. Relación Histórica del Reino de Chile, Alonso de Ovalle, 1646. |
Regresando al relato del padre Casanova: " Considerando ahora las reformas que se introdujeron en la iglesia, despues del incendio de 1841, asegurarémos desde luego que, si bien la Compañia no recuperó su primitiva belleza, al ménos ganó inmensamente, comparada con el estado en que se hallaba ántes del incendio. La nueva forma que adquirió entónces la iglesia debe tenerse mui presente para apreciar lo que diremos acerca del incendio último..."
Plaza de Armas, Santiago de Chile , 1850. Por Ernest Charton. Museo Nacional de Bellas Artes, Chile. Al fondo se observa la torre de la Iglesia de la Compañía. |
" La parte exterior se conservaba, más o menos como la habían dejado los jesuitas, no habiéndose alcanzado a estucar el fróntis. Una sola torre se habia construido en el mismo lugar de la primera que los jesuitas hicieron en la esquina de las calles de la Compañia y Bandera. Al otro lado se veía un pequeño y provisional campanario..."
Fachada de la Iglesia de la Compañía. Arquitectura de Santiago. Eduardo Secchi, 1941. |
Así, año tras año, el Mes de María fue celebrado de un modo cada vez más espléndido. Durante los últimos días, el fervor iba en aumento. Una solemne misa en la mañana; por la tarde brillantes sermones alternaban con hermosos cantos. Pero en la noche, la capacidad de la iglesia era absolutamente desbordada, tal era el entusiasmo que reinaba entre la gente. Hay que apuntar que la participación en esa actividad era libre, pero las damas de la alta sociedad de Santiago le habían prodigado su devoción y participaban masivamente en el festejo religioso.
"En 1863, la funcion del Mes de Maria se celebró con especial solemnidad, y en el último de tan bellos dias tuvo lugar la terrible catástrofe que consumió el templo junto con la existencia de tantas víctimas. El incendio del 8 de diciembre y sus consecuencias va a ser el asunto de la segunda parte de esta historia..."
Aquí detiene su relato el padre Casanova, para revisar los testimonios que tuvo a la mano acerca de lo ocurrido aquella trágica noche. Nosotros haremos otro tanto y contrastaremos con las opiniones de quienes criticaron la insistencia en la reconstrucción y la utilización masiva de aquella iglesia, en la que se habían cebado inclementes las fuerzas de la naturaleza. Pero algo es seguro, aquel templo era muy apreciado por la población de la ciudad de Santiago.
El terrible incendio tendría repercusiones no solo a nivel local, sino en todo el mundo. En nuestra opinión, es algo que ya ha ocurrido muchas veces: después de que suceden las catástrofes, se toman las medidas de seguridad, o se mejoran las ya existentes. Es algo así como el "aprendizaje a golpes"... Pero sin duda que en estos temas, se han logrado grandes avances en los últimos tiempos.
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