Detenemos nuestros viajes en el tiempo, por la preocupación de ver como la crisis de Venezuela no parece encontrar solución. Por el contrario, tiende a ser cada día más grave. El éxodo masivo, provocado exclusivamente por la nefasta obra del régimen eternizado en el poder, ha llevado a que el gentilicio venezolano, cada día se encuentre más desprestigiado. Muchos ciudadanos de los países que nos abrieron las puertas y nos recibieron hasta con muestras de cariño, hoy denigran de nosotros y "nos meten a todos en un mismo saco". ¿Qué pudo haber ocurrido?
Aquí replanteamos las ideas que expuse en un capítulo de mi libro "Venezuela, alerta roja internacional", publicado en el año 2017, dónde avizoraba la situación que hoy padecemos los expatriados venezolanos e intentaba indagar acerca de sus posibles causas.
Nos limitaremos a reproducir algunos párrafos, y la contraportada, sin agregar más comentarios...
Contraportada.
¿Cómo arruinar a un país mientras atravesaba la mayor bonanza económica de su historia? La utilización de las reglas democráticas para destruir la democracia... ¿Hasta dónde el concepto de soberanía y de no intervencionismo puede ser esgrimido por un régimen que oprime a tantas personas? ¿Cuáles fueron a nuestro juicio, los errores que nunca debieron cometerse durante el régimen democrático bipartidista que gobernó a Venezuela entre 1958 y 1998? ¿Por qué entonces no se le prestó la atención debida a los avisos de que las cosas no marchaban bien? Estas son algunas de las cuestiones que se plantean en una crónica, que por encima de todo pretende ser un alerta sobre las amenazas, hijas de la Guerra Fría, que se ciernen sobre lo que conocemos como la Civilización Occidental.
Capítulo 6. Las fallas del venezolano (fragmento).
Durante los años setenta a noventa del pasado siglo, nuestro país fue objeto de una profusa inmigración indeseada. Hay que decirlo con toda crudeza: Venezuela se dedicó entonces a importar una gran parte de la miseria de otros países. A pesar de los agudos problemas por los que venía atravesando, aún constituía un atractivo polo económico a nivel regional. Es imposible obviar las consecuencias que ese desorden inmigratorio podían acarrear a un país que ya se encontraba atravesando una acuciante crisis. A pesar de ello, se le dio luz verde a esa "adquisición de problemas", hasta permitir que echara profundas raíces en nuestro suelo, ocasionando el definitivo colapso de los ya maltrechos sistemas de atención ciudadana, junto a la mayor parte de los servicios públicos. Como para tornar aun más sombrío aquel panorama, mientras la gente de escasos recursos económicos "se llenaba de hijos" sin control alguno, las personas de la clase media, golpeadas por los rigores de la crisis económica, limitaban conscientemente su descendencia. Puntualizando: ¿Cuál podía ser la proyección de aquel desastroso ensayo social, luego de unos veinte años? En términos estadísticos, el resultado fue la multiplicación de los conflictos, a una tasa exponencial. No había que ser muy técnico en esos temas, para deducir que nuestro país, que ya venía en caída libre, debería terminar envuelto en una crisis de graves dimensiones.
En consecuencia, estimamos que esa ruinosa inmigración, brindó un indiscutible aporte, para dar origen al "Hombre Nuevo" (según Chávez), cuya calamitosa vida transcurría en la frontera de la indigencia... dispuesto siempre a hacer cualquier cosa, con tal de ganarse algún mendrugo. Un ser, cuya pobreza material y espiritual hizo de él "la materia prima perfecta" para la clase de populistas que nos gobiernan desde hace casi veinte años. ¿Cómo somos los venezolanos? ¿Quiénes somos los venezolanos? Consideramos que son dos preguntas bastante complicadas de responder en los actuales momentos. Por odioso que suene, estamos seguros de que a un porcentaje significativo de nuestra población, le debe resultar por completo indiferente el tema del bienestar colectivo o el porvenir de Venezuela; para esas personas, desde que vinieron al mundo, lo más importante siempre ha sido el "lograr resolver su día a día". Opinamos que allí radica una de las principales causas del desmesurado aumento de los problemas que hoy nos están agobiando. Escandalizarse, de manera hipócrita, ante esta situación, o volver la vista hacia otro lado (que es lo que casi siempre ocurre), más bien nos coloca en el camino opuesto para la solución de estos asuntos. Por lo pronto, esas personas seguirán siendo como un peligroso juguete en manos de los populistas y demagogos.
...............................
Como podía esperarse, un incontenible odio social venía germinando al unísono con esta "generación paria". Según la opinión de muchos analistas, resulta algo sorprendente el notable aumento en todos los índices negativos que ha venido padeciendo la sociedad venezolana, durante los últimos tiempos. Venezuela ha llegado a convertirse en uno de los países más peligrosos del globo. El número y la frecuencia de los crímenes atroces, es un síntoma inequívoco de un gran resentimiento, cuyas semillas con seguridad ya estaban en el alma de muchos, desde hacía tiempo; fue algo que tan solo acabó por salirse de su cauce. Esta es una amarga realidad, que nos está cobrando muy caro el no haberla reconocido, ni intentado solucionarla desde sus inicios.
Hugo Chávez estuvo muy consciente de esta situación, y sin escrúpulo alguno, se dedicó a estimular y a armar a los grupos de resentidos sociales. De ese modo, logro crear una fuerza paramilitar temible, la cual utilizó para agredir con total impunidad a un país que se le oponía. Los desmanes cometidos a la sombra de estos gobiernos han sido infinitos: numerosas personas inocentes han perdido la vida a manos de las hordas violentas. Opinamos que mientras estos homicidas no sean neutralizados y completamente desarmados, seguirán constituyendo un inminente peligro para el resto de nuestra sociedad. Tal vez no sea agradable admitirlo, pero un alto porcentaje de los "malos venezolanos" posiblemente deba ser considerado como irrecuperable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario