Poster del espectáculo de Buffalo Bill, 1899. Courier Litho. Co. Buffalo, N.Y. Biblioteca del Congreso, USA. |
Algunos períodos de la historia parecieran haber sido especialmente fértiles, para la formación de esos mitos o leyendas, casi siempre basados en sucesos reales. Uno de ellos es el comprendido entre los siglos XVIII y XIX, a lo largo de todo el continente americano, tal vez debido a la notable trascendencia de lo que allí aconteció, y la variedad de los personajes protagonistas.
Cruzando el Mississipi congelado. Por Carl C. Christensen, ca. 1878. Brigham Young University Museum of Art |
Bombardeo de Fort Sumter, Charleston Harbor, 1861. Publicado por Currier & Ives. Biblioteca del Congreso, USA.
Este ataque marcaría el comienzo de la Guerra de Secesión. |
Descendiente de una familia de inmigrantes, vino al mundo en un pequeño pueblo de Ohio, en 1839. A pesar de ser un niño de carácter díscolo, pudo adquirir una aceptable educación, llegando con el tiempo a trabajar, transportando carbón, para pagar sus estudios. Pero ni un futuro como maestro, y menos aún como sacerdote, encajaban en lo absoluto con su personalidad exhuberante, y sin duda, plena de audacia e irreverencia. Tal vez sus padres le estimularon a seguir la carrera de las armas, con la esperanza de ver encausado a aquel joven rebelde y problemático. Ingresó en West Point, y casi por un capricho del destino, logró graduarse, como el último de su promoción, en 1861. Su comportamiento deplorable, además de su bajo rendimiento académico, lo mantuvieron al borde de la expulsión, durante su estadía en la academia militar. Su graduación se adelantó un año, debido al estallido de la guerra civil. Como una gran ironía de la vida, cuando él regresara a aquel lugar, sería objeto de grandes honores militares.
El cadete George A. Custer, en West Point. {{PD-US}} |
No obstante, lo que aparentaba ser tan solo una mezcla de arrojo y temeridad, era realmente el producto de un acertado instinto militar: Custer era capaz de hacer un rápido análisis del terreno y de los movimientos del enemigo, antes de atacar, de modo trepidante, que era su sello inconfundible. Además, no dudaba en exponer su vida en combate, por lo que era muy respetado por sus hombres. No exento de buen humor, y posiblemente con un toque de falsa modestia, él atribuía parte de su éxito, a la buena suerte...
General George Armstrong Custer, entre 1860-65. Biblioteca del Congreso, EEUU. |
Batalla de Gettysburg. Por Thure de Thulstrup, L. Prang and Co. 1887. Restaurado por Adam Cuerden.
Biblioteca del Congreso, USA |
George A. Custer y su esposa, Elizabeth Bacon Custer, entre 1860 y 1865. Por Mathew Brady
Biblioteca del Congreso, USA {{PD-US}} |
General Robert E. Lee, 1864. Retrato por Julian Vannerson. Biblioteca del Congreso.
{{PD-US}} |
La rendición del General Robert E. Lee, en el juzgado de Appomattox en 1865. Por Thomas Nast.
Ubicación: Granger Historical Picture Archive. |
General Philip Sheridan, 1860-65. Por Mathew Brady. Restaurado por PawelMM, and Orionist {{PD-US}} |
La vida de Custer pareciera ser una obra escrita en dos capítulos: con el fin de la Guerra Federal, se iniciaba una nueva etapa. Por supuesto, el retorno hasta un rango militar inferior, era algo a todas luces inaceptable, por lo que debió evaluar las diversas posibilidades que ante él se ofrecían. Una de ellas era la actividad política. También llegarían a ofrecerle un cargo en apoyo a las fuerzas rebeldes de México, durante los turbulentos dias del emperador Maximiliano I, pero esto acabaría siendo bloqueado por maniobras políticas. De tal modo, el curso de los acontecimientos terminaría por llevarlo hacia las solitarias praderas y montañas del oeste, de nuevo con un cargo militar.
Las Colinas Negras (Black Hills) Dakota del Sur, USA. Fotografía por Beth Steinhouer, Black Hills National Forest. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario